Querétaro, 01 junio.- A pesar de que en el territorio queretano no ha llegado la inversión de alguna armadora, éste se ha beneficiado con el arribo de algunos de los principales proveedores de primer y segundo nivel y de la preferencia de sus directivos para vivir en su metrópoli ante el nivel de la calidad que ofrece.
“Querétaro se ha beneficiado porque muchos de los directivos viven y gastan aquí”, dijo el socio de auditoría de KPMG en la oficina de Querétaro, Demetrio Villa.
Asimismo, la demanda educativa en Querétaro se incrementó en gran medida de escuelas con habla bilingüe, además de que las instituciones japonesas se han estado moviendo muy fuerte.
“Hay escuelas japonesas en Aguascalientes e Irapuato. Irapuato tiene una escuela sabatina para japoneses; planea abrir una de lunes a viernes en León y mover la sabatina a Querétaro”, mencionó.
El norte compite de una manera importante con la zona del Bajío porque allá también existe presencia de armadoras; no obstante, frente a los retos está la integración de tecnologías, la innovación de los proveedores y un trabajo conjunto entre Iniciativa Privada y gobierno en cuanto a proveeduría.
“Atendiendo a estos factores, tanto México como Bajío seguirá creciendo en la industria automotriz”, dijo.
Guanajuato, afirmó, es el que atrae más inversión para este sector en el Bajío.
Demetrio Villa añadió que hay planes a desarrollar en el Bajío de Mercedes-Benz y de Infiniti para crecer sus operaciones en la región.
Si bien hay un gran auge del sector en la actualidad, el socio consideró que el boom de este sector comenzó con la inversión japonesa.
“Bajío tiene varios años de estar en un boom, quien empezó primero fue Aguascalientes con Nissan y durante muchos años el que tenía el único bastión automotriz con Nissan; había algo en Guanajuato con General Motors, sin embargo, yo creo que el boom empieza con la inversión japonesa, empezando con Honda”, dijo.
Honda comenzó primero en Guadalajara con una fábrica de motocicletas y posteriormente comenzó a producir autos en El Salto, Jalisco.
Posteriormente, abrió su segunda planta en Celaya, un complejo mucho más grande. Después llegó Mazda a Salamanca y ahí comenzó el boom de la industria japonesa, la más reciente es Toyota, que se encuentra mucho más cerca de Querétaro que de Apaseo el Grande.
Volkswagen instaló su planta de motores en Silao y General Motors expandió su planta. Nissan ha estado haciendo coinversiones con Mercedes y comienza a crecer en Aguascalientes.
En el 2017, Japón invirtió en el Bajío 805.5 millones de dólares: en Aguascalientes 590.5 millones, Guanajuato 186.3 millones, Querétaro un flujo negativo de 1.5 millones y San Luis Potosí concentró 30.5 millones de dólares, según los registros de la Secretaría de Economía.
Desarrollo
Todo este desarrollo detonó en el Bajío por la cercanía con el Puerto de Veracruz, Altamira, Lázaro Cárdenas y el ferrocarril al norte.
“La logística de Bajío queda al hilo para las exportaciones. Esa es la razón”, manifestó.
Adicional a ello, el nivel de seguridad y el talento técnico para atender las operaciones de las empresas es bueno.
“No sólo es la armadora sino toda la proveeduría que viene, el kit de proveeduría Tier 1 que lo acompaña”, explicó.
En cuanto al desarrollo de la cadena de suministro, afirmó, poco a poco se ha ido complementando hasta integrar un clúster automotriz del Bajío.
La industria automotriz en México produjo más de 3 millones de autos en el 2017 y para este año se estima una producción por encima de 4 millones de unidades, producción que en su mayoría se exporta principalmente hacia Estados Unidos.
Con información de El Economista.
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