Perros, gatos, conejos, aves y hasta reptiles sufren con las olas de calor. Aunque algunos animales tienen mecanismos para regular su temperatura corporal, no son suficientes ante las temperaturas récord que estamos experimentando a causa del cambio climático. Por lo que el calor extremo también pone en riesgo a los animales.
Una de las principales recomendaciones de expertos como Barbara Hodges, de la Humane Society Veterinary Medicine Association, es no comparar cómo percibimos el calor con cómo lo sienten las mascotas. Por ejemplo, el asfalto caliente puede quemar las patas de los animales, aunque a nosotros no nos afecte con el calzado.
A diferencia de los humanos, que sudamos por toda la piel, los perros solo transpiran por las patas y la nariz. Además, jadean para liberar calor. Los gatos se acicalan para refrescarse. Conejos y aves no sudan en absoluto.
Tampoco es buena idea cortar el pelo de tu mascota en verano. El pelaje actúa como aislante térmico, protege del sol y ayuda a mantener una temperatura equilibrada. Además, previene quemaduras solares.
Golpes de calor: síntomas y animales más vulnerables
Las mascotas pueden sufrir golpes de calor si su cuerpo no logra eliminar el exceso de temperatura. Esto puede ser mortal si no se actúa a tiempo.
Algunas especies y razas son más vulnerables. Los perros braquicéfalos (como pugs y bulldogs), los animales con sobrepeso, los muy jóvenes, los muy viejos o los que tienen enfermedades cardíacas están en mayor riesgo.
Además, el clima de origen del animal influye. Un perro acostumbrado al calor será más resistente que uno que proviene de una zona templada.
Uno de los errores más comunes es dejar a las mascotas dentro de un auto cerrado. Aunque afuera haga 21 °C, dentro del coche la temperatura puede subir a 37.7 °C en 10 minutos. Esto puede ser fatal.
Los síntomas de golpe de calor en perros incluyen jadeo excesivo, letargo, temblores, encías azuladas y dificultad para caminar. En gatos, es común ver falta de apetito, debilidad y respiración acelerada. En aves, es señal de alerta si extienden las alas y jadean. Los reptiles pueden dejar de moverse o desorientarse.
Consejos clave para cuidarlas en verano
Durante olas de calor, lo mejor es mantener a las mascotas dentro de casa, alejadas de las ventanas y en un lugar fresco y ventilado.
Evita los paseos durante las horas de mayor calor. Lo ideal es salir temprano en la mañana o al atardecer. Proporciónales abundante agua limpia y fresca, y si es posible, coloca bolsas frías o hielo para que se recuesten.
Observar su comportamiento es vital. Si tu mascota muestra signos de golpe de calor, acude de inmediato al veterinario. No intentes medicarla por tu cuenta ni ignores los síntomas.
Educar a los tutores de animales sobre los efectos del cambio climático es clave. Como indica Hodges, aún falta un esfuerzo colectivo en el ámbito veterinario para hacer frente a este nuevo reto.
Cuidar de nuestros animales también es adaptarnos al mundo cambiante en el que vivimos.
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