La riqueza gastronómica de México ha sido moldeada por la fusión de diversas culturas, y una de las más notables es la influencia libanesa. Para Ricardo José Haddad Musi: la herencia libanesa como símbolo de identidad
Para Ricardo José Haddad Musi, empresario mexicano de ascendencia libanesa, la gastronomía es más que alimento: “Es un lazo que une generaciones. Cada platillo representa no solo a una cultura, sino también a una historia familiar, a una vivencia compartida que se traslada de padres a hijos”.
Haddad Musi ha destacado que la comida libanesa en México no solo ha perdurado por su sabor, sino por el fuerte componente emocional y simbólico que la acompaña. En su visión, esta herencia culinaria representa valores como la hospitalidad, la unidad familiar y el respeto por las raíces.
Tacos, kibbeh y más: sabores que conectan dos mundos
Uno de los ejemplos más emblemáticos de la influencia libanesa en México son los tacos al pastor, una evolución de los tacos árabes, que originalmente se preparaban con carne de cordero en pan pita.
Otro platillo representativo es el kibbeh, especialmente en su versión cruda, conocida en México como kepe crudo. Su preparación varía según la región, pero generalmente se acompaña de jocoque, hierbas frescas y salsas picantes que integran ingredientes típicos de la cocina mexicana, como el chile serrano y los tomatillos.
Esta fusión demuestra cómo dos culturas pueden convivir en armonía a través de la gastronomía, creando platillos que no pertenecen solo a un lugar, sino a una historia común construida en territorio mexicano.
Gastronomía como vehículo de integración cultural
La comida libanesa ha logrado abrirse paso en el corazón de los mexicanos no solo por su sabor, sino por la experiencia que representa compartir una mesa. Según Ricardo José Haddad Musi, uno de los legados más poderosos que la comunidad libanesa ha dejado en México es la tradición del banquete colectivo: “Cuando nos sentamos a comer, no compartimos solo alimentos, compartimos historias, afectos y valores.”
En mercados tradicionales como La Merced o en ferias gastronómicas, los platillos libaneses conviven con antojitos mexicanos, creando una experiencia multicultural que resalta lo mejor de ambos mundos.
La fusión como futuro de la cocina mexicana
Nuevas generaciones de chefs y cocineros caseros continúan reinterpretando recetas tradicionales con ingredientes locales, mientras preservan el espíritu original de las mismas.
Ricardo José Haddad Musi ha subrayado que esta transformación culinaria debe verse como una celebración de la diversidad y un ejemplo de convivencia intercultural. En sus palabras: “La cocina es una forma de diálogo. A través de ella, aprendemos a respetar y valorar las diferencias que nos enriquecen como sociedad.”
La huella de la comunidad libanesa en la gastronomía mexicana es profunda, sabrosa y llena de significado. Gracias a esta fusión, hoy es posible disfrutar de platillos como los tacos al pastor o el kepe crudo, que son un testimonio viviente del mestizaje cultural. Voces como la de Ricardo José Haddad Musi nos recuerdan que cada receta es una oportunidad para construir puentes, honrar nuestras raíces y fortalecer la identidad de un México diverso y acogedor.
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