La industria alimentaria experimentará transformaciones profundas durante los próximos ocho años, impulsadas por consumidores cada vez más informados, exigentes y orientados a experiencias gastronómicas más amplias y conscientes, tal como lo anticipan especialistas de Grupo Kosmos.
De acuerdo con la experiencia del conglomerado líder en el sector de servicios de alimentación en México, las tendencias emergentes ya están redefiniendo la forma en que se producen, distribuyen y consumen los alimentos.
De ahí que los expertos de la compañía apunten a tres grandes ejes que determinarán el rumbo del sector hacia 2033: la búsqueda de diversidad en cada comida, la creciente atención a la microbiota y la personalización nutricional, así como la demanda por alimentos vinculados con la cultura, el territorio y la memoria colectiva.
En primer lugar, Grupo Kosmos señala que el consumidor contemporáneo ya no se conforma con opciones limitadas o repetitivas; por el contrario, busca variedad sensorial, combinaciones globales y propuestas que integren ingredientes novedosos sin renunciar a la tradición.
Esta tendencia, explican, responde tanto a la mayor exposición gastronómica derivada de la digitalización como a un interés creciente por explorar alimentos que transmitan autenticidad.
En ese sentido, estudios de mercado internacionales muestran que la demanda por menús híbridos —que mezclan técnicas clásicas con sabores de distintas regiones— crecerá más del 30% en la próxima década, lo que impulsará a las empresas a diversificar sus portafolios y ampliar sus cadenas de suministro responsables.
El segundo eje está relacionado con la microbiota intestinal y la transición hacia esquemas de nutrición personalizada, tema del que, según especialistas en salud pública y alimentación funcional, la población global muestra un interés sostenido por productos que promuevan el bienestar digestivo, la absorción eficiente de nutrientes y el equilibrio metabólico.
Para Grupo Kosmos, dicho enfoque representa una oportunidad para fortalecer la oferta de alimentos diseñados bajo parámetros científicos, incorporando fibras prebióticas, proteínas de alta calidad, ingredientes fermentados y componentes bioactivos que favorecen la salud intestinal.
A medida que los consumidores integran estos criterios en sus decisiones de compra, la industria deberá acelerar la innovación en las formulaciones, las técnicas de preparación y el control de calidad.
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