En Querétaro, el comercio informal representa un reto creciente, ya que dos de cada tres negocios en la capital operan sin registro formal. Esta situación plantea desafíos, en términos de regulación y recaudación de impuestos, además de generar tensiones en el Centro Histórico y otras zonas comerciales de la ciudad.
El gobierno municipal ha intensificado esfuerzos para promover la formalización a través de programas de capacitación y apoyo financiero, buscando integrar a los comerciantes informales en el marco legal. Las autoridades consideran que formalizar estos negocios no solo contribuirá a la economía, sino que también permitirá mejorar la seguridad, organización y competitividad en la capital queretana.
Además, se han lanzado campañas informativas que destacan los beneficios de la formalización, como el acceso a créditos y el respaldo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), con el fin de incentivar a más emprendedores a registrarse oficialmente. Sin embargo, para muchos comerciantes, la incertidumbre económica y los trámites complicados siguen siendo barreras para adoptar la formalidad.
A nivel social, los habitantes de Querétaro tienen opiniones divididas sobre el impacto del comercio informal. Por un lado, muchos valoran su accesibilidad y precios; por otro, la competencia desleal con los negocios formalizados y la congestión en el espacio público generan malestar.
Los programas de regularización de comercio en Querétaro forman parte de una estrategia integral para equilibrar el desarrollo económico con el orden público, aunque el reto persiste. La formalización del comercio sigue siendo una tarea pendiente para la administración queretana, especialmente en una ciudad en crecimiento acelerado, donde el comercio informal ha encontrado un espacio creciente en los últimos años.
El comercio informal en México
En México, el comercio informal representa alrededor del 56% de la población ocupada, según el INEGI. Este fenómeno es común en países con economías emergentes debido a factores como la falta de empleo formal, el alto costo de trámites legales y fiscales, y la necesidad de ingresos inmediatos, especialmente en sectores con baja escolaridad o escasas oportunidades de trabajo formal.
Además, en regiones con una economía desigual, la informalidad permite a las personas acceder a productos y servicios a menor costo, aunque esto afecta la recaudación fiscal y la seguridad laboral.
Por lo que para atender este problema, tenemos que entender y atender las causas, que van mucho más allá de la competencia desleal. El fondo habla sobre la realidad económica y de desigualdad de México, y manifestarse o quejarse del comercio informal desde el privilegio, solo muestra la poca consciencia de clase.
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