El senador Miguel Ángel Yunes Márquez formalizó su afiliación a Morena en un acto respaldado por el coordinador de la bancada, Adán Augusto López Hernández, y el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña. Su incorporación no pasó desapercibida y desató críticas, especialmente por parte de la gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle, quien solicitó a la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia que se rechace su registro, argumentando presuntas acusaciones de lavado de dinero.
El voto decisivo y la afiliación a Morena
La llegada de Yunes Márquez al partido guinda no es casualidad. Su voto fue clave para que Morena lograra aprobar la reforma judicial, otorgándole la mayoría calificada necesaria para la modificación constitucional. En un acto público, Adán Augusto López destacó la firmeza del senador al sumarse a la Cuarta Transformación y enfatizó que su apoyo fue fundamental para la aprobación de las reformas impulsadas por el gobierno de Claudia Sheinbaum.
«La suma de Miguel Ángel Yunes, en su momento, significó y significa para este movimiento la mayoría calificada que nosotros necesitábamos. Fue quien dio el paso al frente con firmeza, interés y decisión, y eso es algo que le reconocemos», afirmó López Hernández.
Nahle rechaza su incorporación y lo acusa de lavado de dinero
Apenas una hora después de que Yunes Márquez mostrara su credencial de Morena, Rocío Nahle reaccionó con un mensaje en redes sociales donde enfatizó que «los militantes de Veracruz merecen respeto». La mandataria anunció que presentaría pruebas en contra del senador, argumentando que está involucrado en lavado de dinero y otros delitos.
Ante estas declaraciones, la presidenta de Morena, Luisa María Alcalde, aclaró que la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia será la encargada de evaluar la procedencia de la afiliación, mientras que Vladimir Ríos, exintegrante de dicha comisión, aseguró que el organismo partidista carece de facultades para impedir el registro de nuevos miembros.
Una afiliación con consecuencias políticas
La afiliación de Yunes Márquez no solo ha generado molestia en Veracruz, sino que también ha avivado el debate sobre la integración de exmilitantes de otros partidos a Morena. El Comité Estatal de Morena en Veracruz respaldó la postura de Nahle y expresó su rechazo al expanista, señalando que su movimiento no será refugio para personajes que han estado involucrados en «corrupción y traición a los principios de la Cuarta Transformación».
La polémica también alcanzó a otras afiliaciones recientes, como la de los expriistas Cynthia López Castro y Alejandro Murat, quienes también oficializaron su ingreso a Morena en la misma jornada. En respuesta, el gobernador de Oaxaca, Salomón Jara, expresó su inconformidad con la incorporación de Murat y exigió que su afiliación no sea reconocida.
Oposición critica uso del Senado para afiliaciones
Las afiliaciones masivas realizadas en el Senado también generaron críticas de la oposición. El dirigente de Movimiento Ciudadano, Clemente Castañeda, calificó el proceso como «inmoral» y exigió que se detenga el uso del recinto legislativo para actos partidistas. Por su parte, el panista Ricardo Anaya criticó a Morena por enfocarse en crecer su nómina de militantes en lugar de atender problemas como la inseguridad y la crisis en el sector salud.
Sheinbaum deja la decisión en manos del partido
Durante su conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum evitó pronunciarse directamente sobre la afiliación de Yunes Márquez y la controversia que generó, argumentando que el asunto debe ser resuelto por las instancias correspondientes dentro de Morena. «Que se abra el debate, está bien. No hay pensamiento único al interior de Morena», señaló.
Gerardo Fernández Noroña, presidente del Senado, minimizó la polémica y aseguró que la llegada de figuras con trayectorias políticas distintas no representa un riesgo para la unidad del partido. «Cada quien tiene que hacerse cargo de su trayectoria», afirmó.
Conclusión
La afiliación de Miguel Ángel Yunes Márquez a Morena ha generado un terremoto político que podría tener repercusiones en la estructura interna del partido. Mientras algunos actores clave, como Adán Augusto López y Gerardo Fernández Noroña, defienden su incorporación, otros, como Rocío Nahle y el Comité Estatal de Morena en Veracruz, han manifestado su rechazo rotundo.
El debate sobre la llegada de exmilitantes de partidos opositores sigue abierto y plantea una cuestión central para Morena: ¿cómo equilibrar su crecimiento como partido sin perder su identidad política?
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