El sexenio prácticamente se ha diluido y a más o menos un año de que termine el mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador, uno de sus principales compromisos aún no se ha cumplido, incluso, poco ha avanzado. Se trata del traslado de dependencias federales, entre ellas la Secretaría de la Función Pública a Querétaro.
El anuncio de la llamada descentralización de la administración pública federal se dio durante la toma de protesta del mandatario en 2018, pero al día de hoy, ninguna secretaría ha logrado concretar al 100 por ciento su mudanza.
Al respecto, el presidente señaló que derivado de la pandemia de Covid-19 se retrasó la descentralización de las dependencias públicas; no obstante, en noviembre de 2022 ya había reconocido que faltaban varias dependencias por trasladarse a las entidades que les correspondía.
La realidad es que la descentralización de las dependencias federales, más allá de la pandemia, ha presentado múltiples dificultades, por lo que se ve complicado que este proyecto se cumpla en tiempo y forma.
En algunos casos, los equipos de trabajo en puestos de alta jerarquía aceptaron cambiar residencia a otras entidades a cambio de pagos extra en comidas y apoyos económicos para rentar o incluso comprar casas.
Pero, con el grueso de las plantillas laborales, la historia ha sido muy diferente; ya que, la falta de presupuesto y resistencia de los trabajadores para dejar la Ciudad de México y laborar en otros estados, ha propiciado que la mayoría de las secretarías hayan optado por dejar en la congeladora el compromiso de AMLO.
Mudanza de la Secretaría de la Función Pública
La Secretaría de la Función Pública (SFP) que se ubicaría en Querétaro, ha seguido el mismo patrón de casi todas las otras dependencias federales.
En su caso, ni siquiera ha comenzado con la mudanza, por lo que se habla de que, hasta ahora, no ha habido ningún tipo de acercamiento de la dependencia con autoridades estatales para determinar donde se podría ubicar.
En 2019, la entonces titular Irma Eréndira Sandoval habló del tema y del proceso a seguir para llevar a cabo la descentralización, la cual apuntó a que fuera a principios de 2020.
Sin embargo, el tiempo transcurrió, Irma Eréndira fue relevada del cargo por Roberto Salcedo Aquino, y el gobernador Francisco Domínguez concluyó su periodo al frente de la administración estatal, dejando en el limbo la mudanza de la Secretaría de la Función Pública.
Pocas dependencias han avanzado
A finales del año pasado, el presidente indicó que de los 100 compromisos hechos cuando inició su sexenio, le hacían falta por cumplir dos, siendo uno de ellos la mudanza de las dependencias de la administración federal.
Si las cosas no cambian radicalmente, todo hace apuntar a que dicho compromiso quedará incumplido; ya que, solo la Secretaría de Energía, encabezada por Rocío Nahle, lleva un mayor avance en su proceso de descentralización.
En total, son tres dependencias gubernamentales las que han logrado mudarse de forma parcial a otros estados.
Se dice que una de las grandes trabas radica en los altos costos de logística y cuestiones financieras, por ejemplo, el pago de renta a edificios, viáticos, sueldos y reubicaciones de casas para directivos.
Además, la mayoría de las dependencias que han dado algunos pasos en el esquema de mudanza, se resisten a informar los costos que ha implicado acatar el plan y los contratos que se han firmado para la compra o renta de inmuebles para albergar a su base trabajadora.
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