Morelos busca a su héroe militar de los sismos

Morelos busca a su héroe militar de los sismos

Ciudad de México, 25 de octubre.- El pasado 19 de septiembre Marco Gil, fotógrafo profesional, salió de Jojutla a Cuernavaca a trabajar… justo a una sesión de fotografía y fue sorprendido por el temblor…

A 80 kilómetros en Jojutla su esposa e hija habían fallecido, luego de que su casa colapsó.
Sus familiares le dieron aviso de la emergencia, pero en tráfico le impedía salir de Cuernavaca.
Al llegar casi 4 horas después, el Ejército Mexicano realizaba labores para rescatar a su esposa e hija entre los escombros…La escases de aire, el calor y el polvo, dificultaron las labores y dos militares resultaron heridos, pero no se rindieron.
Marco Gil Vega, damnificado:
«Mi héroe anónimo, puedo haber sido Juan Pérez, pudiste haber sido tú si hubieras estado ahí, cualquiera, le toco a él, y a él es al que le debo la posibilidad de haberme despedido de mi esposa»
En medio de la confusión y el caos su tío de Marco que también es fotógrafo, quiso documentar los efectos del terremoto y el acto heroico del que era testigo.
Salvador Kellerman Pérez, autor de la fotografía del soldado llorando:
«Nunca pensé jamás que una fotografía como esta fuera a crear un impacto tan grande»
Hoy la fotografía ha sido compartida casi medio millón de ocasiones, tiene miles de comentarios y Marco y su familia esperan darle las gracias al soldado y a todo el batallón de Chico.
Luego de ver la entrega del soldado pese a estar herido y lo conmovido que estaba por la muerte de sus seres queridos, Marco subió la foto para buscar a su héroe y darle las gracias.
Gil Vega:
«Hoy sé que es una persona de Oaxaca, que había sufrido el temblor del 7, que es casado y que tiene una hija de dos años»
Hoy se sabe que el soldado está asignado al Octavo regimiento con sede en la comunidad de Chisco y aún no concluye su misión de rescate y auxilio a las víctimas del terremoto.
Sus superiores le han prometido que en cuanto concluya podrían reunirse.
A Marco le sobrevive un pequeño de cuatro años y pese a sus tristeza, saca fuerzas para seguir adelante y pedir a los soldados que nunca se rindan, que lleven en mente el himno nacional y satisfacción del deber cumplido.
Con información de Excelsior 

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