La presidenta Claudia Sheinbaum encabezó el banderazo de inicio de las obras del Tren México–Querétaro. Acompañada por el gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri, la mandataria federal comprometió la conclusión de la obra en dos años y medio, antes de que termine la actual administración estatal.
Desde el municipio de Pedro Escobedo, Sheinbaum subrayó que el proyecto estará a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), a través de la empresa GAFSACOMM, que también opera el Tren Maya. Según la presidenta, esto garantiza que el tren no será privatizado y se mantendrá bajo administración pública eficiente.
“El compromiso se cumple, dije que antes de terminar abril íbamos a iniciar el Tren Ciudad de México-Querétaro y aquí estamos”, expresó.
Conectividad, empleo y ahorro de tiempo
El Tren México–Querétaro recorrerá 226 kilómetros, con velocidades de hasta 200 kilómetros por hora. Reducirá el trayecto actual, que puede llegar a seis horas en carretera por congestión, a aproximadamente una hora con 50 minutos. Las principales paradas serán Buenavista, Tula, San Juan del Río y Querétaro.
La inversión estimada en la obra es de 144,000 millones de pesos. El proyecto generará cerca de 210,000 empleos directos e indirectos y beneficiando a casi seis millones de habitantes. En Ciudad de México, el tren se integrará al sistema de transporte con conexiones al Metro, Metrobús, Tren Suburbano y Ecobici. En Querétaro, los pasajeros tendrán acceso al QroBús y transporte local.
El gobierno federal también anunció que la última estación del tren se llamará «La Corregidora», en honor al estado.
Un proyecto histórico de infraestructura
Sheinbaum recordó que el Tren México-Querétaro fue concebido hace más de una década, durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, pero nunca se concretó. Este proyecto largamente esperado, y que promete conectar ambos destinos en menos de dos horas, ahora forma parte de un plan más amplio que busca construir más de 3,000 kilómetros de trenes de pasajeros en todo el país entre 2024 y 2030.
Además, la presidenta anunció la expansión del Tren Maya para transporte de carga, como parte de la estrategia para fortalecer el sureste del país como un nuevo polo industrial. Aunque reconoció los retos ambientales que ha implicado el proyecto.
Con esta nueva infraestructura ferroviaria, el gobierno busca mejorar la movilidad, impulsar el desarrollo económico y ofrecer alternativas de transporte más rápidas y sostenibles.
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