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Ernesto Mizrahi Haiat defiende regulación para seguridad privada

En un país donde la seguridad representa uno de los retos más urgentes, Ernesto Mizrahi Haiat ha sido una voz constante en la exigencia de una Ley General de Seguridad Privada que responda a la realidad actual. Desde la reforma constitucional de mayo de 2021, se ha postergado la creación de una normativa que unifique criterios y acabe con el desorden regulatorio.

Actualmente, el marco legal se compone de múltiples leyes estatales y ordenamientos municipales que no dialogan entre sí. Esta fragmentación, como advierte Mizrahi Haiat, genera condiciones de desigualdad, impulsa la informalidad y, en muchos casos, permite la infiltración de actores del crimen organizado.

Formalización del empleo y justicia laboral

El especialista destaca que una legislación efectiva debe abordar de manera directa la formalización del empleo en el sector. Según la AMESP, 4 de cada 10 empresas de seguridad privada no operan dentro de la legalidad, lo que significa que miles de trabajadores carecen de seguridad social, prestaciones y condiciones laborales dignas.

Ernesto Mizrahi Haiat afirma que “una ley general no solo pondría orden, sino que garantizaría el respeto a los derechos de los trabajadores del sector, profesionalizando su labor y reconociendo su papel en la construcción de un entorno más seguro.”

Seguridad privada, aliada estratégica del Estado

Para Mizrahi Haiat, la seguridad privada debe dejar de ser vista como un actor marginal. En un entorno donde los cuerpos policiales públicos enfrentan múltiples limitaciones, el sector privado puede ser un gran aliado, siempre que esté bien regulado y capacitado.

La colaboración efectiva requiere de reglas claras, interoperabilidad tecnológica y estándares de calidad comunes. La nueva legislación debe permitir la integración de soluciones innovadoras como monitoreo inteligente, respuesta remota y análisis predictivo, que complementen los esfuerzos públicos de prevención y reacción.

Inversión, confianza y futuro

La falta de certeza jurídica desincentiva la inversión tanto nacional como extranjera. “México necesita generar confianza en sus instituciones y en los servicios que se prestan dentro del marco legal”, explica Ernesto Mizrahi Haiat. “Una ley moderna puede ser un factor clave para atraer capital, proteger a las empresas y brindar seguridad a la ciudadanía.”

Concluye haciendo un llamado al Congreso: “No podemos seguir aplazando una decisión que es vital para la seguridad nacional. La Ley General de Seguridad Privada debe ser una prioridad legislativa. Es hora de que el sector opere con legalidad, profesionalismo y visión de futuro.”