El presidente de Rusia, Vladimir Putin, informó que pronto tendrá la capacidad de producir cada mes centenares de miles de dosis de la vacuna del nuevo COVID-19 y que elevará su producción a “varios millones” desde principios del año que viene.
El ministro de Comercio, Denis Maturov, comentó: “Según las primeras estimaciones (…) podremos proporcionar a partir de este año varios centenares de miles de dosis de la vacuna cada mes y luego varios millones desde principios del año que viene”.
Denis Maturov, expuso que tres empresas biomédicas empezarán a partir de septiembre la producción industrial de la vacuna desarrollada por el laboratorio de investigación en epidemiología y microbiología Nikolái Gamaleia. A fines de julio las autoridades habían informado que el prototipo provocó una respuesta inmune y que era seguro. Los militares, que realizaron un estudio paralelo, han hecho comentarios similares y dieron de alta a sus propios voluntarios.
Rusia, trabaja al igual que otros países desde hace meses en varios proyectos de vacunas del COVID-19 y por ahora se priorizó el del laboratorio Gamaleia, desarrollado en colaboración con el Ministerio de Defensa y cuyos detalles no fueron publicados, lo que impide certificar su eficacia. Rusia es el cuarto país en el mundo más afectado por la pandemia, por detrás de Estados Unidos, Brasil e India, y desde abril expresó su voluntad de ser uno de los primeros países, o incluso el primero, en desarrollar la vacuna del covid-19. Los científicos rusos aseguran por su parte que la vacuna se ha desarrollado rápidamente porque es una versión modificada de una ya creada para luchar contra otras enfermedades, como ébola y MERS. Pero hay muchas cosas que se desconocen. Los datos de la primera fase del ensayo de Gamaleya aún no son públicos y se requerirán más pruebas. La tercera y última fase, que prueba la efectividad real de la vacuna en un universo más grande, normalmente tomaría entre seis meses y un año.