21 enero.- Joe Biden asumió la presidencia de Estados Unidos con un llamado a la unidad de su país, polarizado en lo político y golpeado por la pandemia.
La democracia es valiosa, es frágil y hoy ha prevalecido”, dijo en su discurso.
Desde el Capitolio, donde hace dos semanas irrumpió una turba afín a Donald Trump, alertó sobre la supremacía blanca, el extremismo y el terrorismo doméstico. “Debemos enfrentarlos y los derrotaremos”, aseguró.
Prometió gobernar para todos, incluso para quienes no votaron por él. “Pongo el alma en unir al país. Les pido que se sumen a esta causa”.
Sus antecesores, Barack Obama, Bill Clinton y George Bush, acudieron a la ceremonia para respardarlo.
La jornada transcurrió sin incidentes mayores, sólo una amenaza de bomba en la Corte Suprema y momentos de tensión entre simpatizantes de Biden y Trump, quien partió ayer a Florida.
En sus primeras horas como presidente, el demócrata firmó 17 decretos para revertir políticas de su antecesor, como las obras del muro fronterizo con México.
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