Hannah Shirley: la hipopótamo pigmea más longeva de la historia

Hannah Photos

Un nuevo récord de longevidad para su especie. El domingo 25 de mayo de 2025, Hannah Shirley, una hipopótamo pigmea residente del Centro de Vida Silvestre Ramona en California, hizo historia. Con 51 años, 6 meses y 2 días de vida, superó el récord mundial de longevidad documentada para su especie en condiciones de cuidado humano.

Este logro fue celebrado no solo por su equipo de cuidadores, sino por la comunidad internacional de conservación de fauna.

Los hipopótamos pigmeos (Choeropsis liberiensis), nativos de África Occidental, viven entre 30 y 50 años en libertad. Por eso, el caso de Hannah Shirley, que sobrepasó ese límite, ha sido calificado como “extraordinario” por la Sociedad Protectora de Animales de San Diego. Su historia refleja cómo el compromiso con el bienestar animal puede cambiar drásticamente el destino de una especie en riesgo.

Historia de un rescate que cambió su vida

Hannah nació el 22 de noviembre de 1973. En 2002, fue rescatada de un patio privado en Escondido, California, donde vivía sin los cuidados adecuados. Su dueño no contaba con permisos para mantenerla, y las condiciones eran inapropiadas para su bienestar físico y emocional. Fue entonces cuando llegó al entonces llamado The Fund for Animals Wildlife Center, que en 2020 pasó a formar parte de la San Diego Humane Society.

Desde su llegada, la vida de Hannah se transformó. Su nuevo hogar fue un corral de más de 13,000 pies cuadrados con estanque, piscina y un granero, un entorno ideal para una especie tímida y solitaria como la suya. Ahí comenzó a recibir atención personalizada, revisiones médicas constantes y una rutina de estimulación adaptada a su edad y personalidad.

Una rutina digna de una reina

Durante 23 años, Hannah ha sido cuidada con esmero por el equipo del Ramona Wildlife Center. Su día a día incluye duchas refrescantes, masajes con escobas y una dieta fresca compuesta por frutas y verduras, muchas de ellas cultivadas en el lugar. Su golosina favorita: la manzanilla silvestre, que recolecta con entusiasmo.

La atención al detalle en su cuidado ha sido clave para su longevidad. “Cada día con Hannah Shirley es un regalo”, declaró Autumn Welch, gerente de operaciones del centro. “Su espíritu juguetón, su resiliencia y su dulce personalidad la convierten en una embajadora verdaderamente especial para su especie”.

Además, Hannah es una de las ocho embajadoras permanentes del centro. Como animal no apto para regresar a la naturaleza, representa una oportunidad educativa para visitantes, estudiantes y conservacionistas. En ocasiones, incluso participa en programas públicos que promueven el respeto por la vida silvestre y la protección de especies vulnerables.

Celebración y simbolismo de su récord

La celebración de los 51 años de Hannah no pasó desapercibida. Se organizó un evento especial con decoración, dulces de sandía y mensajes de admiradores. El festejo también sirvió como una plataforma para destacar el papel de los centros de conservación y la importancia de ofrecer entornos adecuados para animales rescatados.

El récord anterior lo ostentaba “Rif”, un hipopótamo pigmeo macho que vivió en Rusia hasta 2023. La superación de esa marca por parte de Hannah representa un logro notable no solo para ella, sino para el equipo humano detrás de su cuidado. También reafirma que los programas de manejo responsable pueden prolongar la vida y mejorar la calidad de vida de los animales en condiciones controladas.

Los hipopótamos pigmeos: una especie amenazada

El hipopótamo pigmeo es una de las dos especies vivas de hipopótamo. A diferencia del hipopótamo común, esta especie es mucho más pequeña y solitaria. Mide alrededor de 90 centímetros de alto, puede alcanzar los 270 kilos y prefiere moverse por pantanos y bosques densos. Son tímidos y generalmente huyen si se sienten amenazados.

Actualmente, se estima que hay menos de 3,000 ejemplares en libertad, concentrados principalmente en Liberia. Su población ha disminuido debido a la pérdida de hábitat, la caza y la deforestación. Es por ello que su estatus de conservación es preocupante y que cada ejemplar cuenta para la supervivencia de la especie.

La historia de Hannah resalta lo que se puede lograr con atención especializada. Ella no solo ha desafiado las estadísticas, sino que se ha convertido en un símbolo de esperanza en medio de la crisis de biodiversidad.

Una creciente popularidad en redes y zoológicos

Aunque históricamente poco conocidos, los hipopótamos pigmeos han ganado notoriedad en los últimos años. En 2024, un ternero llamado Moo Deng, nacido en Tailandia, se volvió viral por su aspecto adorable. Su nombre, que significa “cerdito saltarín”, fue tendencia en redes sociales. Lo mismo ocurrió con Haggis, un carismático ejemplar del zoológico de Edimburgo, Escocia.

Estos casos han reavivado el interés del público por esta especie poco común, generando campañas de concientización y nuevos esfuerzos de conservación. Aun así, en América del Norte existen apenas unas pocas decenas de estos hipopótamos en zoológicos y centros especializados. Esto subraya lo crítica que es cada iniciativa para su preservación.

Hannah como inspiración y legado

El impacto de Hannah va más allá del récord. Su longevidad, carisma y la historia de su rescate han inspirado a miles de personas. También ha demostrado que la combinación de ciencia, cariño y compromiso puede tener resultados sorprendentes.

Angela Hernandez-Cusick, supervisora de rehabilitación de vida silvestre, lo resume con emoción: “Cualquiera que conoce a Hannah se enamora de ella. Su espíritu libre captura la alegría de trabajar con la vida silvestre. Tenemos la suerte de cuidar una especie tan especial”.

Hannah Shirley no es solo un caso excepcional de longevidad. Es también una prueba viviente de lo que se puede lograr con esfuerzo, respeto y amor por la naturaleza. En tiempos en que la pérdida de especies es una amenaza real, su vida representa un triunfo para la conservación.