Más de 60 mil fieles caminaron durante 16 días hasta la Basílica de Guadalupe. La fe, los cantos y los estandartes marcaron el emotivo cierre.
Este domingo 27 de julio concluyó la 135ª peregrinación de la Diócesis de Querétaro a la Basílica de Guadalupe, uno de los actos religiosos más emblemáticos de México. Más de 60 mil peregrinos caminaron durante 16 días, cruzando caminos de Querétaro, Guanajuato, el Estado de México y finalmente la capital del país, para rendir homenaje a la Virgen morena.
Desde muy temprano, miles de personas vestidas de blanco desbordaron la explanada de la Basílica entre cánticos y oraciones. A las 04:00 horas salió el primer contingente de ciclistas; más tarde, las mujeres y hombres se unieron a la marcha final.
El obispo de Querétaro, Fidencio López Plaza, encabezó la misa de clausura. En su homilía llamó a los asistentes a regresar a casa proclamando “las maravillas del Señor”. También compartió tres consejos inspirados en la palabra de Dios: pedir solo lo que el Padre puede dar, buscar con acciones y tocar para abrir nuevos caminos.
“Lo deplorable es pretender seguir hoy a Jesús pidiendo al mundo una protección que solo nos puede dar nuestro Padre”, expresó el obispo.
Durante el trayecto, los peregrinos recorrieron más de 400 kilómetros. Su paso incluyó siete municipios del Estado de México. En Cuautitlán, el Estadio de Los Pinos sirvió como punto de descanso, mientras elementos de Protección Civil, policía y servicios públicos acompañaron el recorrido para garantizar su seguridad.
Cada paso tuvo un significado. Esther, quien lleva 26 años peregrinando desde Neblinas, Querétaro, caminó este año para agradecer a la Virgen por haberla salvado del cáncer. “Ella fue una gran intercesora”, afirmó con emoción.
Cipriana, de 72 años, también suma 26 peregrinaciones. Este año asistió para pedir por su esposo fallecido y por sus hijos. “Aunque estuvo cansado, estuvo lindísimo. Nos socorrieron con comida, con todo, no nos faltó nada”, compartió entre lágrimas.
El contingente de mujeres superó las 24 mil participantes, mientras que los varones rebasaron los 32 mil. Más de 600 ciclistas también se sumaron a la ruta. Entre ellos, Cristian, quien celebró su peregrinación número 25, explicó que este camino es una renovación espiritual que le da fuerza para todo el año.
El gobierno capitalino desplegó un operativo de más de 400 servidores públicos, 40 vehículos de apoyo y 15 vialidades cerradas para facilitar el paso de los peregrinos. Además, vecinos de la alcaldía Gustavo A. Madero ofrecieron pan y café a las mujeres que estaban a punto de llegar a la “Casita Sagrada”.
La historia de esta devoción colectiva se remonta a 1886, cuando Rafael Sabas Camacho, tercer obispo de Querétaro, convocó por primera vez a esta procesión. Desde entonces, año con año, miles de fieles han respondido con fe, esperanza y gratitud.
Este 2025, la marcha concluyó con una emotiva celebración que reunió a familias, amigos y generaciones completas. A pesar de un incidente menor por la caída de una roca, no se reportaron eventualidades graves. El objetivo se cumplió: llegar al Tepeyac, ver a la Virgen y renovar el alma.
La peregrinación ha terminado, pero la fe continúa su camino. Para muchos, ya ha comenzado la cuenta regresiva para volver el próximo año, si Dios y la Virgen lo permiten.
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