Los golpes de calor es una emergencia médica que puede causar daños graves si no se atiende de inmediato. Ocurre cuando la temperatura corporal supera los 40 °C, debido a la exposición prolongada al sol o al esfuerzo físico en ambientes calurosos. Durante esta condición, el cuerpo pierde la capacidad de autorregularse y puede fallar en enfriar sus órganos vitales.
En México, la temporada de calor se extiende desde finales de marzo hasta principios de octubre. En este periodo, el riesgo de golpes de calor aumenta, sobre todo en regiones donde las temperaturas superan los 40 o incluso los 45 °C.
Estados con mayor riesgo de calor extremo
Las autoridades han identificado a varios estados donde el riesgo de golpes de calor es más alto por las temperaturas extremas. Entre los más afectados están:
Con temperaturas mayores a 45 °C:
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Coahuila
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Nuevo León
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Tamaulipas
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San Luis Potosí
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Jalisco
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Michoacán
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Morelos
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Guerrero
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Oaxaca
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Chiapas
Con temperaturas entre 40 y 45 °C:
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Sinaloa
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Nayarit
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Colima
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Guanajuato
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Querétaro
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Hidalgo
En estas regiones, la población debe estar especialmente alerta y tomar precauciones adicionales.
Prevención: cómo evitar un golpe de calor
Prevenir un golpe de calor es posible si se siguen algunas recomendaciones simples pero efectivas:
Hidratación constante
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Toma agua frecuentemente, incluso si no tienes sed.
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Evita bebidas alcohólicas, energizantes o azucaradas.
Ropa adecuada y protección solar
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Usa prendas ligeras, claras y holgadas.
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Utiliza sombreros o sombrillas.
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Aplica protector solar antes de salir.
Mantente en ambientes frescos
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Busca lugares con sombra o aire acondicionado.
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Evita salir entre las 10:00 a.m. y las 4:00 p.m.
Alimentación ligera
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Prefiere alimentos frescos y ricos en agua, como frutas y verduras.
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Evita comidas pesadas o muy condimentadas.
Actividad física moderada
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No realices ejercicio intenso durante las horas de más calor.
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Si necesitas estar activo, hazlo en la mañana o al atardecer.
¿Qué hacer ante un golpe de calor?
Si sospechas que alguien sufre un golpe de calor, actúa de inmediato:
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Llama al 911: La atención médica urgente es vital.
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Mueve a la persona a un lugar fresco: Sombra, aire y buena ventilación ayudan a enfriar el cuerpo.
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Aplica paños fríos o agua en cuello, frente y axilas: También puedes abanicar a la persona.
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Dale agua en pequeños sorbos si está consciente: No la fuerces si no puede tragar bien.
Los síntomas pueden incluir piel caliente y seca, confusión, desmayo, respiración rápida o ritmo cardíaco acelerado. No esperes a que empeore: cada minuto cuenta.
Conclusión:
Las altas temperaturas no solo generan incomodidad, también representan un riesgo para la salud. Infórmate, prepárate y protege a tu familia. Prevenir un golpe de calor puede salvar vidas.
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