El Instituto Queretano del Transporte ha aplicado más de 570 sanciones por incumplimiento de medidas sanitarias, durante los operativos de supervisión en las unidades de transporte público en las diferentes modalidades, con motivo de la contingencia sanitaria por COVID-19.
Durante los operativos de verificación al cumplimiento de medidas sanitarias se supervisa el uso de cubreboca por parte de los operadores del servicio, la utilización de mamparas, apertura de ventanas y que las unidades cuenten con el líquido antiviral para la limpieza de manos de los usuarios.
Además, en caso de detectarse alguna unidad con aglomeraciones de usuarios, la unidad es detenida, los pasajeros se trasladan a una segunda unidad de forma inmediata y en caso de que alguien no porte su cubreboca se le invita a hacer uso del mismo de forma correcta -cubriendo nariz, boca y barbilla- para su protección y la de los demás ocupantes.
Recientemente la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reforzado en sus lineamientos el uso del cubreboca, principalmente en espacios cerrados -donde es imposible mantener distanciamiento físico- y mantener ventilación adecuada, acciones que se llevan a cabo en el transporte público.
Con la contingencia sanitaria la operación del servicio adquirió una complejidad mayor, dado que registra una disminución significativa de pasajeros, en promedio de 50 por ciento, mientras que la oferta del servicio se encuentra por arriba del 60 por ciento, lo que garantiza la operación diaria.
Todos los días el sistema de transporte público de la Zona Metropolitana de Querétaro (Querétaro, El Marqués, Corregidora) presenta variaciones en el número de pasajeros de más de 10 por ciento en la misma semana y con respecto al mismo día en semanas anteriores, lo que genera que en ciertas rutas -en algunos tramos de su recorrido- y en ciertos horarios se registren algunas aglomeraciones.
Sin embargo, cada vez se registran menos casos dado que se ha venido corrigiendo la operación del servicio.
Se invita a aquellos usuarios que no tienen la obligada necesidad de hacer uso del transporte público en horarios de alta demanda -principalmente por las mañanas- a que realicen viajes indispensables y, preferentemente, en horarios de baja demanda donde encontrarán una mayor comodidad para trasladarse, contribuyendo así a disminuir los congestionamientos y los riesgos de contagio.
Como sociedad, debemos continuar redoblando esfuerzos y actuar de manera solidaria fortaleciendo los nuevos hábitos para disminuir cualquier riesgo de contagio en el transporte público.
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