Alumnas denuncian abusos sexuales en Universidad del Bienestar en Querétaro

Estudiantes del campus Ezequiel Montes de la Universidad para el Bienestar Benito Juárez han alzado la voz. Han denunciado una serie de presuntos abusos sexuales y extorsiones por parte de profesores.

Las jóvenes señalan que algunos docentes condicionaban las calificaciones a cambio de dinero o favores sexuales. La comunidad estudiantil ha expresado su indignación y exige justicia.

Fiestas, alcohol y presiones sexuales

Según los testimonios recabados, varios de los señalados ocupaban cargos de coordinación en la carrera de Medicina Integral y Salud Comunitaria.

Las estudiantes afirman que los profesores organizaban fiestas donde se les ofrecía alcohol con fines sexuales. Estas reuniones, según testigos, a veces se realizaban dentro de las instalaciones de la universidad.

“Nos empezó a decir que qué era lo que nosotros le proponíamos para acreditar su materia”, relató una de las víctimas. Un exalumno confirmó los hechos: “Si no das las nalgas, no te paso. En Ezequiel Montes hay muchas víctimas que no han hablado”.

De acuerdo con ex trabajadores, el patrón era el mismo: primero elegían a un grupo de alumnos “favoritos”. Luego, los presionaban para pagar las fiestas y participar en dinámicas inapropiadas.

Pruebas y omisiones institucionales

Alumnas y alumnos entregaron a medios de comunicación fotografías y mensajes. En uno de los chats, un maestro le escribe a una estudiante: “Besos, linda noche… qué guapa estabas ese día”.

Una de las imágenes muestra a un profesor tocando a una alumna durante una fiesta. Estas pruebas revelan un trato poco profesional y posiblemente delictivo.

A pesar de la gravedad de las acusaciones, hasta ahora no se han presentado denuncias formales. La Secretaría de Educación Pública (SEP) ha guardado silencio. Tampoco ha habido pronunciamiento de Raquel Sosa, directora del sistema universitario.

Otro caso: denuncian violación por parte de un alumno

El 20 de marzo de 2024, una estudiante —a quien llamaremos “Laura”— denunció una violación sexual presuntamente cometida por un compañero. El caso fue registrado en la Fiscalía de Querétaro con el número 15849/2024.

Según su testimonio, acudió al domicilio del agresor para pedir prestada una computadora. “Tomo Clonazepam para la ansiedad. Ese día lo tomé y me desperté cuando él estaba abusando de mí”, declaró.

La joven entregó evidencia física, incluidos moretones. Sin embargo, cuando pidió apoyo a la universidad, la respuesta fue decepcionante. Le solicitaron firmar una carta donde exoneraba a la institución.

“Cuando decidí hablar con la universidad, me dijeron que si no quería decir nombres, debía deslindarlos por escrito”, explicó. El agresor, identificado como Gustavo “N”, sigue asistiendo a clases sin sanción relevante.

Encubrimiento y falta de respuesta oficial

Laura también informó que el agresor tenía antecedentes de acoso contra otra compañera. En ese caso, la universidad solo lo suspendió una semana.

Este patrón de impunidad ha sido señalado por varias voces internas. Existen acusaciones previas contra profesores que no han sido investigadas a fondo.

Hasta ahora, la SEP no ha respondido a los llamados para atender estas denuncias. La dirección del sistema universitario tampoco ha emitido postura pública.

Exigen medidas urgentes y justicia

La comunidad estudiantil exige justicia y garantías para estudiar sin miedo. Diversos colectivos han pedido la intervención de autoridades estatales y federales.

Este caso expone la necesidad urgente de protocolos efectivos para prevenir, atender y sancionar la violencia de género en las universidades públicas.

Las estudiantes han mostrado valor al romper el silencio. Hoy, piden que sus voces sean escuchadas y que los responsables enfrenten consecuencias.