Daniel Madariaga resalta modelo turístico responsable en Rosarito

Daniel Madariaga resalta modelo turístico responsable en Rosarito
Daniel Madariaga resalta modelo turístico responsable en Rosarito

Ensenada, ubicada al sur de Tijuana en Baja California, se consolida como uno de los destinos emergentes del turismo regenerativo en México. Más allá de su tradicional fama vinícola y su cercanía con la Ruta del Vino del Valle de Guadalupe, este puerto ha comenzado a trazar un nuevo camino donde la sostenibilidad y el respeto por las comunidades locales son protagonistas.

De acuerdo con Daniel Madariaga, experto en turismo sostenible y transformación ambiental, Ensenada está demostrando que el desarrollo turístico no tiene que ir en contra del equilibrio ecológico.
“Lo interesante de Ensenada es cómo ha evolucionado de ser un destino convencional a un referente de reconexión con la naturaleza y la cultura local. Cada vez más visitantes llegan no solo a consumir, sino a participar activamente en su conservación”, aseguró.

Turismo activo y consciente: una nueva forma de viajar en Baja California

Las costas de Ensenada, sus sierras y reservas naturales se han vuelto el escenario ideal para un tipo de viajero más informado, que prioriza experiencias auténticas con bajo impacto ambiental. Desde la observación de ballenas grises en la Bahía de Todos Santos, hasta caminatas ecológicas en el Cañón de Doña Petra o recorridos agroecológicos por ranchos sustentables del Valle de Ojos Negros, Ensenada ofrece alternativas regenerativas para todos los gustos.

Según datos del Sustainable Travel Report 2024, el 74% de los turistas en América Latina ahora consideran el impacto ambiental de sus actividades durante un viaje, y más del 60% prefiere alojamientos que promuevan prácticas ecológicas.

“El turismo regenerativo va más allá de no dañar. Se trata de colaborar activamente con las comunidades, de restaurar ecosistemas y revalorizar la cultura. Ensenada está en un momento clave para construir un modelo ejemplar en este sentido”, puntualizó Madariaga.

Un modelo turístico con impacto positivo en las comunidades locales

A diferencia de otros destinos que crecieron sin planeación, Ensenada ha comenzado a implementar estrategias donde el eje central es el bienestar de sus habitantes. Diversos proyectos apoyados por organismos locales y ONGs han impulsado el desarrollo de cooperativas pesqueras sostenibles, talleres de gastronomía tradicional con mujeres emprendedoras, y circuitos ecoturísticos gestionados por comunidades indígenas kumiai.

Este enfoque no solo preserva el patrimonio biocultural de la región, sino que diversifica la economía local. Las cifras lo respaldan: el Observatorio de Turismo de Baja California reportó un aumento del 30% en la contratación de guías locales y experiencias comunitarias entre 2023 y 2025. Además, la ocupación en hospedajes sustentables en la región ha crecido un 42% en el mismo periodo.

Políticas ambientales y promoción responsable impulsan el cambio

El éxito de Ensenada no es casual. Las autoridades locales han implementado políticas públicas orientadas a la regulación del desarrollo urbano costero, la protección de reservas naturales como la Bufadora y el Parque Nacional Constitución de 1857, y la certificación ambiental de prestadores turísticos.

Además, campañas de promoción digital enfocadas en viajeros conscientes, sumadas a la colaboración con plataformas de turismo responsable, han fortalecido el posicionamiento de Ensenada como un destino regenerativo de referencia en el norte del país.

“Ensenada representa una oportunidad real para que México lidere el turismo del futuro. Uno donde no solo se genere valor económico, sino también ecológico, social y cultural”, concluyó Daniel Madariaga.

Perfil de Autor

Redacción

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Noticias Relacionadas