La construcción sostenible se convierte en un imperativo global, dado que los edificios generan el 39% de las emisiones de carbono, según explicó el arquitecto mexicano Daniel Esquenazi Beraha. Entre las soluciones más innovadoras, Esquenazi destacó el vidrio de baja emisividad (low-e) que mejora el aislamiento térmico en un 50%, aplicado con éxito en proyectos como uno en Turquía que alcanzó una eficiencia térmica del 81%.
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Otra tendencia clave es el “retrofitting” o modernización de edificios, como el caso de la Ópera de Sídney, que redujo su consumo de energía en un 20% y opera ahora con energías renovables. Según el informe Transforming Energy Demand 2024, esquemas de financiamiento como la energía como servicio son fundamentales para que propietarios y empresas adopten tecnologías sostenibles.
Las técnicas de construcción pasiva también son esenciales. Los muros en zigzag, desarrollados por la Universidad de Columbia, disminuyen la absorción de calor, reduciendo la necesidad de aire acondicionado.
En Dinamarca, un proyecto respaldado por Velux logró reducir la huella de carbono a un tercio gracias al uso de materiales sostenibles desde la fase de diseño, mostrando un camino viable hacia la construcción sostenible.
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