La reanudación de la construcción de Artesanto en San Miguel de Allende durante 2025 llega en un contexto de notable, región que hoy representa uno de los principales motores de crecimiento de México. Según datos oficiales recientes, el Bajío aporta aproximadamente el 17.4 % del Producto Interno Bruto (PIB) nacional y alberga a 20.6 millones de habitantes. Esta zona, integrada por Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro, Jalisco y San Luis Potosí, ha experimentado un constante desarrollo de infraestructura industrial, alcanzando un inventario de 14.1 millones de metros cuadrados de espacio industrial al cierre del tercer trimestre de 2024, con un crecimiento anual del 5 %, lo que refleja la alta demanda de bienes raíces con fines industriales que atraen inversión nacional e internacional.
En particular, el estado de Guanajuato ha mostrado un sólido desempeño económico. Durante 2023, el PIB de Querétaro alcanzó 614,127 millones de pesos en valores constantes, con un aumento real del 4.2 % respecto a 2022, y el sector de la construcción contribuyó de manera importante a este crecimiento, con un incremento del 31.5 % en el mismo periodo. Por su parte, Guanajuato registró en el tercer trimestre de 2024 una población económicamente activa de 2.91 millones de personas, de las cuales 2.81 millones estaban ocupadas.
Dentro de este escenario, San Miguel de Allende se ha consolidado como un polo económico destacado, más allá de su tradicional atractivo turístico. Durante el periodo enero-diciembre de 2024, el estado de Guanajuato recibió US $1 426 millones en Inversión Extranjera Directa (IED), y San Miguel destacó como uno de los municipios que concentró buena parte de ese flujo, especialmente en el segmento de bienes raíces y turismo de alto valor.
A pesar de un entorno global de incertidumbre, el mercado inmobiliario en San Miguel de Allende se ha mantenido estable. Durante 2024, se registraron 404 operaciones de reventa de vivienda, cifra apenas inferior a las 425 transacciones de 2023, demostrando la resiliencia del mercado local, incluso en años electorales que tradicionalmente frenan la inversión.
Ubicado en Distrito Corazón, una zona que el municipio ha identificado como estratégica para el crecimiento residencial sostenible, Artesanto cuenta con estudios de título, permisos de construcción e impactos ambientales aprobados
La plusvalía que ofrece Artesanto se inscribe dentro de las expectativas de la región: en ciudades vecinas como Querétaro y León, la vivienda ha registrado incrementos de valor del 7 % al 10 % anual, dependiendo de la ubicación y nivel del desarrollo. En San Miguel de Allende, esta tendencia se ve reforzada por el creciente interés de compradores nacionales y extranjeros, que buscan proyectos residenciales de calidad en entornos con infraestructura en expansión.
En cuanto a la calidad de vida, Distrito Corazón operará como un nuevo eje residencial que incorporará mejoras municipales en infraestructura urbana como redes de agua potable y drenaje, así como la modernización de sistemas de iluminación pública, lo que repercutirá directamente en mayor seguridad y habitabilidad para la comunidad.
Además, el desarrollo se encuentra a menos de 10 minutos en vehículo de instituciones educativas de nivel básico y medio superior, clínicas de atención primaria y centros comerciales de escala media, lo que reduce los tiempos de traslado y contribuye a un uso más eficiente de los recursos energéticos y una reducción en emisiones al medio ambiente.
El diseño de Artesanto contempla también características que responden a las tendencias de sustentabilidad que demandan tanto compradores locales como extranjeros y fomentan una experiencia residencial más armónica y eficiente. Asimismo, la llegada de este desarrollo residencial se proyecta que atraiga servicios profesionales complementarios como despachos contables, consultorios médicos y pequeñas oficinas de servicios, entre otros, lo que generará empleos y fortalecerá el tejido social de la zona.
De este modo, se prevé que el proyecto no solo promueva un entorno de bienestar para sus residentes, sino que impulse la revalorización de los predios colindantes y el desarrollo de un mercado de servicios que redunda en beneficios para toda la comunidad.
Por su parte, San Miguel de Allende goza de un reconocimiento internacional que favorece cualquier inversión inmobiliaria. En 2024, la ocupación hotelera promedio anual superó el 75 %, con picos de 85 % durante temporadas altas como Semana Santa, Día de Muertos y fin de año. Este flujo turístico constante, junto con la preferencia de compradores extranjeros—quienes representaron el 60 % de las adquisiciones de vivienda en 2024—confirma a la ciudad como un destino prioritario para la compra de propiedades vacacionales o de segunda residencia.
Además, la diversificación económica local, que ha incorporado industrias de tecnologías de la información, artesanías de alto valor y servicios profesionales especializados, refuerzando la solidez de su mercado inmobiliario y su atractivo a largo plazo.
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