Ciudad de México, 25 de diciembre.- 16 de este mes iniciaron las posadas, en las cuales no pueden faltar las piñatas, las luces de bengala y, por supuesto, el famoso ponche.
Aunque no es una bebida originaria de nuestro país, sí lleva su toque mexicano.
De acuerdo con algunos historiadores, los orígenes de esta bebida datan de los antiguos pueblos persas que consumían una bebida muy parecida llamada “panch”, la cual se realiza con agua, limón, hierbas, azúcar y ron.
Esta bebida pasó a Europa donde, a través de varios cambios en su preparación, se transformó a “punch”, palabra en inglés, para luego llamarse en España como actualmente lo conocemos: ponche.
Aunque actualmente seguimos conservando muchas de las tradiciones de nuestros antepasados, México le pone su sello, convirtiéndonos en parte de la historia de la evolución de los llamados ponches. Generalmente, el ponche más conocido es el ponche de frutas, al cual, en muchos países, se le añade leche, azúcar, huevos y ron. Sin embargo, al ponche de nuestro país se le agrega piloncillo, tejocote (fruta que también es medicinal) y Jamaica, entre otros ingredientes.
Además es muy nutritivo, pues ayuda a fortalecer las defensas.
Con información de Excelsior
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