Ciudad de México, 21 de enero.- Existen muchos mitos alrededor del alcohol y su consumo, la mayor parte de ellos relacionados con el abuso de esta sustancia. Historias que surgen desde las comunidades pero que sólo informan de manera errónea, en especial a grupos vulnerables como los adolescentes.
Por ello, te presentamos algunos de los más comentados y si son ciertos o mentira:
- La mezcla de diferentes tragos hace que uno se embriague más rápido.
Mentira. Lo único que importa es la cantidad y velocidad con que se ingiere.
- El alcohol no engorda.
Mentira. El alcohol sí puede engordar a los bebedores que se alimentan regularmente. Proporciona más calorías que los azúcares y las féculas, aunque menos que las grasas. Las bebidas alcohólicas pueden contribuir al sobrepeso cuando sustituyen a una alimentación equilibrada.
- Todo el alcohol ingerido se elimina a través de la orina y el sudor.
Mentira. Sólo un porcentaje muy pequeño (10%) se elimina de esta manera, el resto es metabolizado por el hígado y convertido en azúcar.
- El alcohol daña por igual a los hombres y a las mujeres.
Mentira. La mujer tiene en general menor peso que el hombre y, en consecuencia, el tamaño proporcional de sus órganos es más pequeño. Por lo tanto puede generar más rápidamente deterioro de sus funciones con menores cantidades de alcohol, y llegar a su dependencia más rápido que el hombre.
- Un baño con agua fría y una taza de café te ayuda a ponerte sobrio.
Mentira. Nada te puede poner sobrio más que el tiempo. Con el agua obtenemos un borracho limpio y tomando el café solamente eres un borracho bien despierto.
- Hombres y mujeres de similar masa corporal pueden beber en cantidades iguales.
Mentira. La distribución superficial de grasa en el organismo y la baja presencia de la enzima llamada alcohol hidrogenada, hace que, en general, las mujeres puedan beber menos que los hombres.
- Si comes cuando bebes te emborrachas menos.
Verdad y Mentira. Lo único cierto es que el que come mientras bebe, tarda más tiempo en apreciar sus efectos.
- Masticar chicle te hace inmune al alcoholímetro.
Mentira. Al producir saliva se ralentiza el proceso que permite que el alcohol pase a los pulmones, pero en una cantidad tan mínima que no altera en nada la medición del alcoholímetro.
Recuerda que estos son tan solo algunos de los mitos más comunes, por lo que existen otros tantos. Lo más importante es que si tienes alguna duda, te acerques a los especialistas y centros especializados, además de optar siempre por un hábito de consumo moderado.
Con información de Salud180
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