Conforme a la nota escrita por el periodista, Carlos Loret de Mola, los Secretarios tenían nombres claves. Louis Vuitton era Luis Videgaray, el secretario de Hacienda, que compartía iniciales con la carísima marca. Miguel Osorio Chong, el titular de Gobernación, era Michael Kors, por ser tocayo del prestigiado diseñador. Gerardo Ruiz Esparza era Richard Gere, por su parecido físico con el famoso actor hollywoodense.
Y así se referían a ellos en chats y llamadas telefónicas los legisladores involucrados en el Pacto por México, en el arranque del sexenio de Enrique Peña Nieto: “estuve con el señor Kors”, “Louis Vuitton me dijo que me buscaba mañana”, “¿ya te reuniste con Richard Gere?”.
Agregó que ese periodo de la vida política mexicana está ahora bajo escrutinio tras la captura del entonces director general de Pemex, Emilio Lozoya. El gobierno de el presidente, Andrés Manuel López Obrador, ha generado la expectativa de que Emilio Lozoya contará, con pelos y señales, los presuntos actos de corrupción cometidos en el marco del Pacto y presentará pruebas contundentes, incluso videos.
Emilio Lozoya, supuestamente, siempre sintió una atracción por las grabaciones clandestinas. Según me revelan fuentes con acceso a esta información, hasta a sus “oficinas alternas”, ubicadas en la calle de Montes Urales de las Lomas de Chapultepec, solían llegar bolsas con toda suerte de aditamentos para grabar sin que el interlocutor se diera cuenta: cámaras escondidas en corbatas de las que tienen el nudo hecho de fábrica, dispositivos de video y audio en plumas de marca.
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