Sheinbaum en el G7: sin Trump, pero con acuerdos clave

Sheinbaum en el G7: sin Trump, pero con acuerdos clave
Sheinbaum en el G7: sin Trump, pero con acuerdos clave

Una llamada en vez del esperado encuentro. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, llegó a la Cumbre del G7 en Canadá con una expectativa clara: reunirse cara a cara por primera vez con Donald Trump. El republicano, sin embargo, abandonó abruptamente el foro por la escalada del conflicto entre Israel e Irán. Esta salida imprevista modificó por completo la agenda de Sheinbaum, quien tuvo que conformarse con una llamada telefónica de 15 minutos con el mandatario estadounidense.

Ambos líderes calificaron la conversación como “buena” y aseguraron haber coincidido en la importancia de llegar pronto a un “acuerdo global”. Los temas discutidos incluyeron migración, seguridad, comercio y los aranceles al acero y aluminio. Sin embargo, no se fijó una nueva fecha para el encuentro presencial.

Para Sheinbaum, la cita con Trump representaba su mayor reto en el G7. Pretendía abordar los efectos económicos de las nuevas tarifas impuestas por Estados Unidos, la crisis migrante agravada por redadas masivas y el intento de legislar un impuesto del 3.5% a las remesas, lo que afectaría de forma directa a millones de familias mexicanas.

Un espacio para fortalecer alianzas

A pesar de la cancelación del encuentro más esperado, Sheinbaum aprovechó su estancia en el foro para consolidar lazos con otros líderes. En su discurso de cierre propuso ampliar el número de países invitados y organizar una Cumbre por el Bienestar Económico. Su objetivo es reforzar la cooperación global en temas de desarrollo y comercio justo.

La presidenta también sostuvo reuniones bilaterales estratégicas. Con el primer ministro de India, Narendra Modi, abordó temas como innovación tecnológica, salud, agricultura, minerales críticos y semiconductores. Modi la felicitó por su llegada al poder y ambos destacaron el potencial de cooperación entre sus países.

Además, Sheinbaum compartió un momento de camaradería con el presidente brasileño, Lula da Silva, y conversó en privado con el anfitrión del G7, el primer ministro canadiense Mark Carney. Durante su charla, Sheinbaum subrayó la relación bilateral más allá del comercio y obsequió a Carney un balón de fútbol hecho por artesanos wixáritari. En respuesta, Carney elogió el liderazgo de la presidenta mexicana y coincidió con su visión: “No hay progreso a menos que sea compartido”.

México, socio clave fuera del G7

Aunque México no forma parte del G7, su invitación a la cumbre fue vista como un reconocimiento a su papel estratégico en la región. Canadá, como anfitrión, buscaba incluir voces del hemisferio que pudieran contribuir a la discusión global. La presencia de Sheinbaum permitió abrir diálogos trilaterales con Canadá y, potencialmente, con Estados Unidos, aunque esto último no se concretó.

Uno de los temas de fondo que se esperaba discutir con Trump era la revisión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Este acuerdo ha sido blanco de críticas y amenazas por parte del mandatario estadounidense, quien insiste en imponer medidas proteccionistas que afectan a socios como México. Aunque el encuentro no se realizó, Sheinbaum dejó en claro que México está dispuesto a negociar en términos justos.

Durante la cumbre, también se reunió con autoridades de la Unión Europea. Con António Costa, presidente del Consejo Europeo, y Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, abordó temas económicos y medioambientales. Von der Leyen expresó su deseo de visitar México y resaltó que el país es un socio fundamental para Europa en áreas como el cambio climático, comercio e inversión.

Un llamado a la cooperación multilateral

Sheinbaum llevó al G7 un mensaje centrado en la paz y la prosperidad compartida. En su intervención plenaria destacó la importancia de la cooperación internacional para enfrentar los desafíos comunes y defendió el papel de México como puente entre regiones y culturas.

La mandataria estuvo acompañada por una delegación de alto nivel. La integraron los titulares de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente; Economía, Marcelo Ebrard; Hacienda, Edgar Amador; y Seguridad, Omar García Harfuch. También estuvieron presentes los embajadores de México en Canadá y Estados Unidos, así como el jefe de ayudantía y otros asesores clave.

Sheinbaum resaltó ante los líderes del G7 la importancia de reconocer a los migrantes mexicanos en Estados Unidos, no solo como trabajadores, sino como parte esencial de la economía regional. Asimismo, insistió en el valor de una política exterior que priorice la dignidad, el respeto y la paz.

La salida de Trump: una señal de incertidumbre

La ausencia de Donald Trump marcó la cumbre. El presidente estadounidense abandonó Canadá la noche del lunes tras advertir sobre el conflicto en Medio Oriente. En un mensaje publicado en su red Truth Social, instó a evacuar Teherán y reiteró que “Irán no puede tener un arma nuclear”.

Su repentina salida generó incertidumbre entre los líderes presentes. En particular, frustró una esperada reunión con Sheinbaum, que debía servir como primer contacto directo entre ambos mandatarios. En su lugar, la conversación telefónica dejó más preguntas que respuestas.

Desde la Secretaría de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez confirmó que la reunión cara a cara se llevará a cabo “en otro momento”. Sin embargo, la falta de una fecha concreta deja en suspenso temas urgentes como los aranceles, la migración y la seguridad fronteriza.

Balance final del viaje

A su regreso a México, Sheinbaum calificó la participación en el G7 como “muy importante” y agradeció la invitación del primer ministro canadiense. Consideró que se lograron avances clave en la agenda bilateral, y que la conversación con Trump, aunque breve, permitió abrir canales de diálogo.

Al ser cuestionada por la prensa en el aeropuerto de Calgary, afirmó que la llamada fue “una muy buena conversación” y reiteró que ambos gobiernos avanzan hacia un acuerdo global. Prometió ofrecer más detalles en su próxima conferencia matutina.

Aunque el encuentro con Trump quedó pendiente, Sheinbaum aprovechó el foro para posicionarse como una figura influyente en el escenario internacional. Su participación en el G7 dejó claro que México busca ser un actor relevante en la resolución de desafíos globales, y no solo en su papel tradicional de socio comercial o vecino geográfico.

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