Ovidio Guzmán López, alias El Ratón, ha alcanzado un acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos. El hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán se declarará culpable de múltiples cargos de narcotráfico el próximo 9 de julio de 2025 ante una corte federal en Chicago, lo que podría marcar un punto de inflexión en la lucha contra el Cártel de Sinaloa y la estructura de corrupción que lo ha protegido durante décadas.
Ovidio Guzmán fue extraditado en septiembre de 2023 desde México a Estados Unidos, donde enfrentaba 12 acusaciones formales: cinco en Chicago, seis en Nueva York y una más en el Distrito de Columbia. Los cargos incluyen conspiración para producir y distribuir fentanilo, cocaína, heroína, metanfetamina, marihuana, así como lavado de dinero y delitos violentos vinculados al uso de armas de fuego.
Inicialmente, El Ratón se había declarado no culpable, pero las negociaciones con la fiscalía estadounidense avanzaron silenciosamente durante meses. El pasado 6 de mayo, una notificación judicial confirmó que Ovidio renunciará a su derecho a juicio a cambio de beneficios judiciales.
Según el periodista Keegan Hamilton, editor en jefe de asuntos criminales del Los Ángeles Times, el tribunal solicitó formalmente una copia del acuerdo de culpabilidad, lo que confirma que ya se ha llegado a un pacto entre ambas partes.
De acuerdo con especialistas y periodistas cercanos al caso, el acuerdo podría incluir beneficios sustanciales para el narcotraficante. Entre los principales puntos se encuentran:
Evitar la cadena perpetua, que actualmente enfrenta su padre.
Exclusión de una prisión de máxima seguridad, como la ADX Florence, donde se encuentra El Chapo.
Protección para su familia inmediata, evitando órdenes de aprehensión contra ellos.
Ingreso al programa de testigos protegidos de EE. UU.
Posible liberación anticipada, si colabora sostenidamente en juicios contra otros líderes del cártel.
Según David Saucedo, especialista en seguridad pública, esta cooperación no sólo apunta contra otros miembros de Los Chapitos, sino también contra funcionarios de alto nivel mexicanos y estadounidenses. En entrevista con Radio Fórmula, Saucedo afirmó que Ovidio Guzmán entregará detalles sobre rutas de tráfico, estructuras internas del cártel y nombres de políticos, militares y empresarios corruptos.
El acuerdo entre Ovidio Guzmán y el Departamento de Justicia reconfigura el equilibrio de poder dentro del Cártel de Sinaloa. Especialistas aseguran que su testimonio podría utilizarse contra Ismael “El Mayo” Zambada, antiguo socio de El Chapo y figura histórica del narcotráfico mexicano.
El periodista Óscar Balderas, en entrevista con Milenio Noticias, señaló que la colaboración de Ovidio representa un revés estratégico para El Mayo. Desde su perspectiva, el veterano capo pierde margen de negociación al ya no ser el primero en ofrecer información valiosa a las autoridades estadounidenses.
“El acuerdo de Ovidio se le adelanta a El Mayo y lo debilita como posible testigo estrella”, afirmó Balderas.
Sin embargo, otros expertos como el periodista Jesús Esquivel aseguran que los acuerdos pueden coexistir. Según explicó en entrevista con Radio Fórmula, El Mayo también estaría negociando su propio pacto judicial, representado por el abogado Frank Pérez en una corte de Nueva York.
Esquivel argumenta que cada capo tiene acceso a información distinta, por lo que ambos acuerdos podrían ser útiles para la justicia estadounidense. “No implica que el acuerdo de Ovidio pueda impedir uno con El Mayo”, afirmó.
Además, recordó que el sistema judicial de EE. UU. ha trabajado durante años con múltiples testigos cooperantes en el mismo caso, priorizando la utilidad y calidad del testimonio, no el orden en que se obtienen.
La caída de Ovidio es sólo uno de varios golpes recientes contra Los Chapitos, la facción que heredó el control del cártel tras la detención de El Chapo en 2016 y su condena en 2019.
En enero de 2023, Ovidio fue capturado en Jesús María, Sinaloa, en una operación militar que ocurrió tras el fallido Culiacanazo de 2019, cuando las autoridades lo liberaron para evitar una masacre. Su extradición marcó el inicio de una cadena de eventos.
En junio de 2024, su hermano Joaquín Guzmán López fue detenido junto a El Mayo Zambada en un operativo orquestado desde dentro del cártel. La reunión entre ambos fue supuestamente una trampa para entregar al veterano capo a las autoridades estadounidenses, lo que podría indicar una colaboración previa entre Joaquín y el gobierno de EE. UU.
Actualmente, el liderazgo de Los Chapitos parece reducido a Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, mientras que el panorama en Sinaloa se torna incierto. Se desconoce el papel actual de otros capos históricos como Aureliano “El Guano” Guzmán o Fausto “El Chapo Isidro” Meza Flores.
Los acuerdos judiciales como el de Ovidio Guzmán podrían tener consecuencias explosivas para las redes de complicidad que han permitido el crecimiento del narcotráfico en México. Según los expertos, los testimonios de El Ratón podrían revelar nóminas de funcionarios protegidos, pactos con gobiernos estatales y relaciones con fuerzas armadas, así como operaciones de lavado de dinero en América Latina, EE. UU. y Europa.
El impacto también sería político. Las revelaciones podrían salpicar a exgobernadores, militares en activo y candidatos electorales en un contexto de creciente escrutinio internacional por el tráfico de fentanilo.
Mientras tanto, el gobierno estadounidense ha intensificado sus acciones. El reciente decomiso de millones de pastillas de fentanilo podría estar vinculado a información proporcionada por Ovidio u otros colaboradores detenidos, según fuentes de inteligencia consultadas por analistas.
La audiencia para oficializar el acuerdo de culpabilidad se celebrará el 9 de julio ante la jueza Sharon Johnson Coleman en el Distrito Norte de Illinois. Días antes, la defensa de Ovidio Guzmán presentará el documento completo con los términos del pacto.
Se espera que, tras su admisión de culpabilidad, comience una nueva etapa de colaboración judicial que incluirá testimonios en juicios contra otros narcotraficantes, probablemente sus propios hermanos o antiguos aliados del cártel.
Estados Unidos busca así romper la estructura del Cártel de Sinaloa desde dentro, utilizando a los mismos herederos del imperio criminal que construyó El Chapo. Por ahora, El Ratón ha dado el primer paso.
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