El Dalái Lama confirma sucesor y reaviva el conflicto con China

El Dalái Lama confirma sucesor y reaviva el conflicto con China
El Dalái Lama confirma sucesor y reaviva el conflicto con China

La sucesión del Dalái Lama ha vuelto al centro de la geopolítica mundial. Tenzin Gyatso, el actual y 14º Dalái Lama, confirmó esta semana que la institución continuará tras su muerte. El líder espiritual tibetano, que cumplió 90 años, afirmó que su sucesor se elegirá conforme a la tradición budista tibetana.

Desde su exilio en Dharamsala, India, el Dalái Lama señaló que la responsabilidad recaerá exclusivamente en el Ganden Phodrang Trust, su oficina en India. Con esto descarta cualquier interferencia política, especialmente de China.

Un ritual místico para elegir al nuevo Dalái Lama

La elección del Dalái Lama es única en el mundo religioso. No se hereda ni se vota. Se basa en la creencia de que el Dalái Lama es la reencarnación del Bodhisattva de la Compasión. Según la tradición, tras su muerte los altos lamas inician un periodo de luto y meditación.

En ese tiempo, buscan señales sobre su renacimiento. Uno de los rituales más conocidos es la observación del lago sagrado Lhamo Latso, en el Tíbet. Allí, los monjes buscan visiones que indiquen el lugar de nacimiento del nuevo Dalái Lama.

Una vez identificada la región, los monjes recorren aldeas y pueblos para encontrar a niños nacidos poco después de su muerte. Se realizan pruebas místicas. Por ejemplo, el menor debe reconocer objetos personales del Dalái Lama anterior. Si supera las pruebas, se considera su reencarnación.

Así ocurrió con Tenzin Gyatso, quien a los dos años reconoció objetos de su predecesor y dijo: “Es mío, es mío”. Tras su reconocimiento, inició su formación monástica y fue entronizado en el templo Potala en Lhasa.

China busca imponer a su propio sucesor

El anuncio del Dalái Lama reactivó el conflicto con China. Pekín considera al Tíbet parte de su territorio desde 1951 y califica al Dalái Lama como separatista. Según la ley china de 2007, cualquier reencarnación religiosa debe contar con su aprobación.

Este control ya se impuso en 1995 con el Panchen Lama, la segunda figura más importante del budismo tibetano. China detuvo al niño designado por el Dalái Lama y nombró a su propio candidato, considerado ilegítimo por la mayoría de los tibetanos.

Por eso, muchos temen que tras la muerte del actual líder surjan dos Dalái Lamas. Uno reconocido por la comunidad tibetana en el exilio y otro designado por Pekín para legitimar su control sobre el Tíbet.

El Dalái Lama ha sido claro: “Si mi reencarnación nace en territorio controlado por China, no la reconoceré”. Para él, ninguna autoridad política puede interferir en la religión. Este mensaje refuerza su posición frente a China y asegura su linaje espiritual.

Implicaciones geopolíticas y culturales

La sucesión del Dalái Lama no solo es un asunto religioso. También tiene implicaciones geopolíticas. India, que acoge al Dalái Lama y a más de 100,000 tibetanos exiliados, considera su figura como un activo estratégico frente a China. La presencia del líder tibetano en Dharamsala le da a India una herramienta diplomática clave en el Himalaya.

Estados Unidos también ha mostrado interés. En 2020, el Congreso aprobó la Ley de Política y Apoyo al Tíbet, que respalda el derecho del Dalái Lama a elegir su reencarnación y sanciona a funcionarios chinos que interfieran en este proceso.

China, por su parte, justifica su control alegando soberanía nacional. Considera al Tíbet como su “tesorería”. Es una región rica en litio, uranio y agua, recursos vitales para el desarrollo chino. Además, es la fuente de la mayoría de los grandes ríos de Asia.

Un futuro incierto para el liderazgo tibetano

La confirmación de un sucesor disipa temores sobre el fin del linaje del Dalái Lama. Sin embargo, el futuro es incierto. El propio líder espiritual, que goza de buena salud, ha reiterado que su decisión final se anunciará públicamente y se basará en los principios budistas.

Mientras tanto, la comunidad tibetana teme un vacío de liderazgo que debilite su lucha cultural y espiritual. La posibilidad de dos Dalái Lamas aumentaría la tensión en la región y complicaría las relaciones diplomáticas en Asia.

Para los tibetanos, la continuidad de su líder es vital. Representa no solo su fe, sino su identidad y resistencia frente a la represión china. El Dalái Lama ha pedido al mundo que respete su tradición y su libertad espiritual.

La batalla por su sucesión será tanto mística como política. Y marcará el destino de un pueblo que lleva décadas luchando por su autonomía cultural y religiosa.

Te puede interesar: Mexicanos apoyan rescates tras inundaciones en Texas

Perfil de Autor

Editordmx

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Noticias Relacionadas