La crisis hídrica es una realidad que afecta a Querétaro y a gran parte del mundo. La disponibilidad de agua dulce es cada vez más limitada debido al cambio climático, el crecimiento urbano descontrolado y la mala gestión de los recursos hídricos. Querétaro, ubicado dentro de las cuencas del río Pánuco y del río Lerma-Chapala, enfrenta un desafío crucial en su sostenibilidad hídrica.
Empresas y su papel en la gestión del agua
La consultora KPMG, en su estudio «Perspectivas de la Alta Dirección«, reveló que solo el 24% de las empresas en México tienen un proceso de gestión del agua progresivo, mientras que un 23% cuenta con un nivel de madurez básico. Esto significa que muchas empresas reaccionan a los riesgos hídricos de forma tardía y sin estrategias integrales.
En el Bajío, las preocupaciones empresariales en torno a los riesgos ambientales incluyen:
- Disponibilidad y seguridad energética: 41%
- Gestión inadecuada de insumos y residuos: 29%
- Escasez de agua por estrés hídrico: 27%
Estos datos reflejan que la falta de agua potable es un problema que impacta tanto a la sociedad como a la economía.
Factores que agravan la crisis hídrica
Según Bajo Tierra Museo del Agua, la escasez en la zona metropolitana de Querétaro no es solo un fenómeno natural, sino también consecuencia de un modelo de urbanización que ha reducido las zonas de infiltración del agua. A esto se suma la sobreexplotación de los mantos acuíferos y la falta de estrategias sostenibles en la planificación urbana.
¿Cómo mitigar la crisis?
Expertos en la materia coinciden en que revertir esta crisis requiere una gestión integral del agua que incluya:
- Implementación de tecnologías para el ahorro y reutilización del agua en industrias y hogares.
- Regulaciones más estrictas sobre la explotación de acuíferos.
- Planificación urbana que priorice la conservación de áreas de infiltración.
- Participación activa de la sociedad en el consumo responsable del agua.
«Este tema es relevante y está ganando bastante terreno. Las partes interesadas están poniendo foco», enfatizó Gerardo Rojas, socio líder de Asesoría de KPMG.
Querétaro tiene el reto de equilibrar su crecimiento económico con la conservación del agua. La transición hacia una gestión sostenible no solo es una necesidad ambiental, sino también un requisito para garantizar el bienestar de futuras generaciones.
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