Las altas temperaturas, las lluvias intensas y las prolongadas sequías amenazan la producción de chocolate. Esta situación ya impacta la disponibilidad y el precio de los tradicionales huevos de Pascua.
Durante esta temporada, los consumidores encuentran góndolas repletas de productos de chocolate. Sin embargo, detrás de esta abundancia se esconde un problema creciente: el cambio climático está afectando directamente al cultivo de cacao, el ingrediente clave del chocolate.
Para crecer adecuadamente, el cacao necesita un clima cálido y húmedo. Las temperaturas óptimas rondan los 32 °C, pero con el calentamiento global, muchas zonas tropicales ya superan ese umbral. Esto reduce tanto la calidad como la cantidad de las cosechas.
Según la FAO, el cacao se cultiva principalmente en África occidental, donde cuatro países concentran cerca del 70% de la producción global. Sin embargo, un informe reciente de Climate Central advierte que, entre 2015 y 2024, las temperaturas máximas en esta región aumentaron considerablemente.
En Costa de Marfil y Ghana —los principales productores— se sumaron al menos tres semanas al año con temperaturas por encima de 32 °C durante la temporada clave de cultivo (de octubre a marzo). También se han registrado incrementos similares en Camerún y Nigeria.
Este calor extremo no solo daña las plantas, sino que también afecta la salud y el rendimiento de quienes trabajan en los campos cacaoteros. Las largas jornadas bajo el sol intenso se han vuelto cada vez más difíciles de soportar.
El cambio climático no solo implica más calor. También provoca fenómenos extremos como lluvias torrenciales o prolongadas sequías, los cuales afectan gravemente al cacao.
La falta de agua debilita la floración de las plantas y reduce su capacidad para realizar fotosíntesis. Por otro lado, cuando llueve demasiado en poco tiempo, los suelos se saturan, las raíces no pueden absorber oxígeno y se pierde parte de la cosecha.
El exceso de humedad favorece la aparición de enfermedades como la pudrición parda o negra del cacao. Estas infecciones dañan las mazorcas, dejándolas inservibles. A finales de 2023, lluvias intensas en África occidental provocaron brotes de enfermedades como el virus del brote hinchado y la mazorca negra, según datos de la ONU.
Con menores rendimientos, el cacao es más escaso. Como consecuencia, su precio se ha disparado. De acuerdo con la UNCTAD, entre julio de 2022 y febrero de 2024, el precio del cacao aumentó un 136%.
Este aumento se traslada directamente a los consumidores, quienes ya pagan más por productos como tabletas, bombones y huevos de chocolate. Y las proyecciones no son optimistas: si no se implementan medidas de adaptación climática, la situación podría empeorar en los próximos años.
Organizaciones como la Plataforma Suiza para el Cacao Sostenible (SWISSCO) advierten que las temporadas secas más largas, las temperaturas extremas y nuevas plagas podrían seguir reduciendo la calidad y el volumen de las cosechas. Por ello, urgen a invertir en soluciones sostenibles y resilientes.
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