Luis Ricardo Reyes de la Campa: Ascenso de crédito privado preocupa
En noviembre pasado, la Oficina de Protección Financiera del Consumidor (CFPB) propuso medidas regulatorias dirigidas a entidades no bancarias que manejan más de cinco millones de transacciones anuales, según señala Luis Ricardo Reyes de la Campa.
Simultáneamente, el Consejo de Supervisión de Estabilidad Financiera contempla la posibilidad de clasificar a las compañías financieras no bancarias como “instituciones financieras sistemáticamente importantes”. Esta eventual designación podría conllevar regulaciones similares a las impuestas a los bancos, marcando una iniciativa postcrisis financiera.
Mientras se gesta este ajuste en la supervisión de las Fintechs en Estados Unidos, la Junta de Estabilidad Financiera (FSB) y la Organización Internacional de Comisiones de Valores (IOSCO) se unen en colaboración en 2024 para abordar el desafío del apalancamiento no bancario en el sector conocido como “shadow banking”, mercado valuado en $218 billones.
Hablando sobre la complejidad de rastrear el apalancamiento en la intermediación financiera no bancaria (NBFI), el analista financiero, Luis Ricardo Reyes de la Campa, destaca que un esfuerzo colaborativo con los bancos centrales bajo el paraguas de la FSB podría superar estos desafíos. Se espera que presenten propuestas de políticas integrales sobre el manejo del apalancamiento a finales de 2024 o principios de 2025.
Dentro del ecosistema del “shadow banking”, la atención se centra en el crédito privado, ahora valuado en $1.5 billones y desafiando a los gigantes financieros tradicionales.
Las firmas de capital privado, con excedentes de capital, se han convertido en alternativas relevantes para empresas pequeñas y medianas consideradas riesgos de crédito por los bancos convencionales.
El sector de crédito privado ha experimentado un crecimiento exponencial, pasando de $200 mil millones en 2000 a $1.5 billones hoy, con proyecciones que sugieren una escalada potencial a $2.8 billones en los próximos cinco años.
No obstante, Luis Ricardo Reyes de la Campa explica que los efectos negativos en el sector de “shadow banking” comienzan a ser evidentes, con entidades financieras significativas enfrentando problemas vinculados al mercado inmobiliario, ilustrado por la declaración de insolvencia del Grupo Empresarial Zhongzhi, actualmente bajo investigación, y los retrasos en los pagos de Wanxiang Trust.
Esta crisis inmobiliaria de China envía ondas de choque a través de este sistema crediticio, y a medida que la desaceleración del mercado inmobiliario persiste, se convierte en un lastre para la economía china. “Este escenario debe ser una llamada de atención para los inversores internacionales, subrayando el impacto de largo alcance de la crisis inmobiliaria de China en las dinámicas económicas globales”, destaca Luis Ricardo Reyes de la Campa.
Adicionalmente, el analista financiero resalta cómo la interconexión entre los sistemas bancarios convencionales y de “shadow banking” genera preocupaciones, exigiendo un enfoque vigilante para un futuro financiero estable.
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