Ganó Trump. Así lo ha informado The Associated Press (The AP), en su última actualización. Y sí, viendo los resultados, poco puede cambiar tanto en el voto popular como en el colegio electoral. Así que nos enfrentamos a la realidad de que Donald Trump ha ganado las elecciones a la presidencia de Estados Unidos por segunda ocasión.
Y aunque los efectos de esta victoria aún no son certeros, las preocupaciones están ahí. Por lo que es importante revisar cuál será el impacto de una segunda presidencia de Trump para nuestro país, en términos económicos, migratorios, comerciales y de seguridad.
Los efectos se empiezan a notar, a través del dólar. El peso mexicano se depreció con fuerza después de los resultados de la elección presidencial de Estados Unidos, extendiendo una racha de volatilidad para la moneda.
La divisa mexicana cotizaba en 20.63 pesos por dólar, con una pérdida de 2.68 por ciento frente al precio de referencia del lunes, después de debilitarse por la madrugada hasta 20.80 unidades. Un nivel que no se había visto desde agosto de 2022.
Su regreso a la Casa Blanca podría provocar más volatilidad en el tipo de cambio, lo que impactaría las exportaciones y elevaría los costos de importación en México. Según Banco Base, el peso podría sufrir devaluaciones debido a las tensiones políticas y comerciales que Trump ha prometido retomar
¿Cuál es el impacto en el ámbito comercial?
Trump constantemente ha señalado la intención de aplicar una política proteccionista, incluso revisar ciertos puntos del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Si esto ocurre, los aranceles y restricciones en exportaciones podrían volver a impactar la economía mexicana, sobre todo en sectores clave como el automotriz y agrícola, que dependen de las exportaciones a Estados Unidos.
La administración de Trump ha mostrado interés en renegociar acuerdos que considere desventajosos para Estados Unidos, lo cual representaría un riesgo para México al ser su mayor socio comercial. Especialmente con miras a la revisión planeada para 2026, donde Trump podría plantear cambios e incluso amenazar con retirar a Estados Unidos del acuerdo.
Recordemos que su administración anterior, ya había renegociado términos del T-MEC, los cuales favorecieron a EE.UU., por lo que analistas prevén que podría presionar para restringir aún más el acceso de productos mexicanos, especialmente en sectores sensibles como la energía o el maíz.
Las políticas energéticas de Trump, que favorecen los combustibles fósiles y pueden reducir el apoyo a las energías limpias, podrían influir en el sector energético mexicano. Esto podría limitar las oportunidades de inversión en proyectos de energías renovables en México, aunque este efecto dependería de la postura específica de la administración mexicana en política ambiental y energía.
La llegada de Trump podría afectar a Querétaro
Las políticas proteccionistas de Trump pueden afectar a Querétaro, en términos de nearshoring. El uso de aranceles, por ejemplo, podrían limitar esta estrategia y afectar los planes de inversión extranjera directa en México. Su política fiscal, en el marco de este proteccionismo, estaría encaminada a generar estímulos en materia de impuestos al sector privado. Esto provocaría la permanencia de grandes inversiones en territorio norteamericano, dejando fuera inversiones estadounidenses de la economía mexicana.
El caso Tesla es un buen ejemplo de esto. Esta inversión estaba programada para el 2025 en Nuevo León, pero lo frenaron hace algunos meses. Musk anunció que pausaría el proyecto hasta después de las elecciones de EE.UU., debido a que el candidato republicano había hablado de aranceles para los coches construidos en México. Y pues así no hay negocio.
Suponemos que además Musk espera que lleguen los estímulos en materia de impuestos, para mantener las mega fábricas en Estados Unidos. Entre estas políticas, y su alianza con Trump, se ve difícil que esa inversión se retome en México.
Cooperación bilateral, seguridad y migración
Por otro lado, un posible cambio en la política exterior de EE.UU. también podría influir en la seguridad nacional de México, con implicaciones en la cooperación bilateral contra el crimen organizado y el tráfico de armas, temas en los que ambos países mantienen colaboración desde hace años. Un enfoque de Trump de «Estados Unidos primero» podría afectar la cooperación en temas globales, como el cambio climático y seguridad regional.
Esto, junto a un endurecimiento de las políticas migratorias, indicaría un futuro con mayores tensiones y desafíos para la relación bilateral entre México y Estados Unidos.
En primer lugar, Trump ha propuesto fortalecer las políticas de restricción migratoria, lo que podría implicar un aumento en las deportaciones masivas y mayor presión en la frontera entre ambos países. Este tipo de políticas generaría desafíos adicionales para México, especialmente en términos de su infraestructura de acogida y de asistencia para migrantes. Además, podría complicar la colaboración entre ambos países en el manejo de la inmigración y seguridad fronteriza.
Las deportaciones masivas también tendrían un impacto en la economía de miles de familias mexicanas que dependen de las remesas enviadas desde Estados Unidos, un rubro que representa uno de los principales ingresos para México. Tan solo en el último año, las remesas alcanzaron aproximadamente 63 mil millones de dólares.
Todo esto son suposiciones, con base en las promesas de campaña, sus declaraciones y las políticas de su primer mandato. Todavía queda por ver qué tan duro será o no, pero lo que estamos seguros, es que de que habrá repercusiones, las habrá.
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