La población económicamente activa (PEA) en Querétaro alcanzó 1.2 millones de personas durante el segundo trimestre de 2025. Esto representó el 60.9 % de la población total y un incremento de 24 mil personas respecto al año anterior, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) publicada por el INEGI.
El crecimiento estuvo marcado por una mayor participación femenina. En total, 532 mil mujeres estuvieron activas en el mercado laboral, 28 mil más que en 2024. En contraste, la población masculina descendió en 5 mil personas, quedando en 681 mil trabajadores. Así, la tasa de participación fue de 49 de cada 100 mujeres y 75 de cada 100 hombres en edad productiva.
En promedio, cada persona ocupada en Querétaro trabajó 42.7 horas semanales. Más de la mitad (53.4 %) cumplió jornadas de entre 35 y 48 horas, mientras que un 25.5 % laboró más de 48 horas y un 3.9 % menos de 15.
El empleo subordinado y remunerado fue el principal esquema de ocupación con 865 mil trabajadores (72.9 %). Le siguieron 232 mil personas por cuenta propia (19.5 %), 67 mil empleadores (5.7 %) y 23 mil sin remuneración (1.9 %). Sin embargo, 25.6 % de la población ocupada enfrentó condiciones críticas de trabajo en relación con el salario mínimo de solvencia.
Informalidad y retos para el mercado laboral
La informalidad se consolidó como uno de los principales desafíos. En Querétaro, 500 mil trabajadores (42.1 % de la población ocupada) se encuentran en empleos informales. La cifra significó un aumento de 8 mil personas respecto al año anterior, impulsada principalmente por mujeres, que pasaron de 218 mil a 226 mil trabajadoras en estas condiciones. En el caso de los hombres, el número se mantuvo estable en 274 mil.
En el ámbito no agropecuario, que agrupa a 938 mil trabajadores, casi la mitad se empleó en micronegocios (45.8 %). El resto se distribuyó en grandes establecimientos (20.3 %), pequeños (14.5 %), medianos (10.5 %), otras unidades económicas (4.9 %) y gobierno (4.1 %). En comparación anual, los micronegocios perdieron 13 mil puestos, mientras que los grandes establecimientos sumaron 15 mil.
La tasa de desocupación en el estado se situó en 2.1 %, mientras que la subocupación alcanzó 1.1 %. Aunque el empleo total aumentó en 31 mil personas, la construcción mostró la mayor disminución en puestos laborales.
Por otro lado, la población no económicamente activa (PNEA) alcanzó 777 mil personas, el 39.1 % del total. De ellas, 74 mil declararon disponibilidad para trabajar, aunque permanecieron fuera del mercado laboral por responsabilidades familiares, limitaciones físicas u otras razones.
El aumento de la población activa y la mayor integración al empleo asalariado reflejan un avance en el mercado laboral queretano. Sin embargo, la informalidad, la subocupación y las largas jornadas siguen siendo los principales retos para la clase trabajadora.
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