¿Puede Donald Trump renombrar el Golfo de México como “Golfo de América”?

Donald Trump busca renombrar el Golfo de México como “Golfo de América”
¿Puede Donald Trump renombrar el Golfo de México como “Golfo de América”?

Donald Trump, al retomar la presidencia de los Estados Unidos, ha comenzado su mandato con una medida controversial: firmar un decreto que inicia el proceso para renombrar el Golfo de México como el “Golfo de América”. Durante su discurso inaugural el lunes 20 de enero de 2025, Trump afirmó que este cambio representará el inicio de una nueva era en la que Estados Unidos reclamará su lugar como la nación más poderosa del mundo.

“El nombre será hermoso y apropiado”, aseguró Trump. Argumentó que Estados Unidos realiza la mayor parte del trabajo en la zona y, por lo tanto, le pertenece. Esta propuesta ha generado críticas tanto en México como a nivel internacional, mientras expertos debaten la viabilidad y consecuencias del cambio.

Sheinbaum responde: América Mexicana

Claudia Sheinbaum, presidenta de México, respondió con firmeza a la propuesta de Trump. Señaló que el nombre de “Golfo de México” tiene un reconocimiento histórico e internacional. Además, ironizó que, siguiendo la lógica de Trump, el suroeste de Estados Unidos debería llamarse “América Mexicana”, recordando los territorios que México perdió en el siglo XIX tras la invasión estadounidense.

“Antes de que Estados Unidos siquiera existiera, esta región ya era conocida como el Golfo de México, y así lo seguirá siendo”, declaró Sheinbaum. Subrayó la importancia cultural, histórica y económica de esta región para México y otras naciones.

¿Puede Trump cambiar el nombre del Golfo de México?

El decreto de Trump inicia el proceso, pero no le otorga autoridad unilateral para modificar el nombre. La Junta de Nombres Geográficos (BGN, por sus siglas en inglés), una agencia gubernamental estadounidense, regula el uso de nombres en mapas oficiales y documentos federales. Esta junta considera cambios únicamente si están respaldados por razones convincentes y cuentan con consenso entre las partes interesadas.

En este caso, México y Cuba tendrían que ser consultados. La BGN también establece que los cambios deben reflejar un uso y aceptación local. Aunque Trump podría lograr que el cambio sea oficial dentro de Estados Unidos, el resto del mundo no estaría obligado a adoptarlo. Un ejemplo similar es el río que divide a Texas y México, conocido como Río Bravo en México y Río Grande en Estados Unidos.

Históricamente, la BGN ha aprobado cambios en casos excepcionales, como el renombramiento del monte McKinley a Denali en 2015. Sin embargo, Trump ha intentado revertir esa decisión como parte de su agenda para “recuperar el honor estadounidense”.

El peso histórico del Golfo de México

El Golfo de México ha sido un punto clave para el comercio, la pesca y la navegación desde mucho antes de la llegada de los europeos. Sus costas han sido hogar de civilizaciones prehispánicas y escenario de intercambios culturales y económicos durante siglos.

El nombre “Golfo de México” apareció en mapas españoles del siglo XVI, mucho antes de la fundación de Estados Unidos en 1776. Este reconocimiento histórico y cultural lo convierte en un símbolo compartido entre México, Estados Unidos y Cuba, además de ser un recurso estratégico para las tres naciones.

Implicaciones diplomáticas e internacionales

La propuesta de Trump podría generar tensiones diplomáticas con México y Cuba. Aunque no existe un protocolo internacional para renombrar cuerpos de agua, organismos como la Organización Hidrográfica Internacional (IHO) y la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar podrían intervenir para mediar la disputa.

Si la BGN aprobara el cambio, sería oficial en mapas y documentos estadounidenses, pero no tendría validez fuera de ese país. La comunidad internacional podría resistirse, considerando que el nombre actual tiene siglos de reconocimiento global. Además, este tipo de propuestas suelen interpretarse como intentos de apropiación cultural y territorial.

Un gesto simbólico con implicaciones reales

La propuesta de Trump refleja su política nacionalista y su estrategia de “América primero”. Sin embargo, expertos advierten que medidas como esta pueden complicar la cooperación bilateral en temas cruciales como el comercio, la seguridad y la migración.

El Golfo de México no solo es un punto estratégico, sino también un símbolo de la riqueza cultural compartida por las naciones que lo rodean. Mientras Trump busca imponer su narrativa de dominación, México y la comunidad internacional podrían usar esta situación para fortalecer la defensa de sus propios intereses y soberanía.

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