Las declaraciones de la senadora del PAN, Lilly Téllez, en Fox News desataron una fuerte controversia política. Durante la entrevista, la legisladora afirmó que los mexicanos aceptarían la ayuda de Estados Unidos para combatir a los cárteles de la droga. Incluso aseguró que los principales opositores a esta colaboración son los llamados “narcopolíticos” y la presidenta Claudia Sheinbaum.
Téllez, quien en 2018 llegó al Senado bajo las siglas de Morena antes de pasarse a la oposición, acusó al gobierno mexicano de proteger a los delincuentes. Además, sostuvo que el presidente Donald Trump representa un aliado para enfrentar al crimen organizado.
En sus declaraciones, la senadora fue más allá: afirmó que su vida corre peligro y que Sheinbaum busca su desafuero para encarcelarla. Esto encendió las críticas del oficialismo, que la acusó de “traición a la patria” y de poner en entredicho la soberanía nacional.
Sheinbaum responde y defiende la soberanía
La presidenta Claudia Sheinbaum desestimó la versión de la panista sobre un intento de desafuero. Recalcó que las disputas políticas de México deben resolverse en el país, no en medios internacionales.
“No tiene por qué victimizarse”, expresó la mandataria, al tiempo que recordó que pedir intervención extranjera atenta contra la Constitución. Para Sheinbaum, invitar a una potencia extranjera a involucrarse en la seguridad interna representa un retroceso histórico.
La presidenta subrayó que su gobierno no replicará prácticas del pasado, como el intento de desafuero contra López Obrador en 2005. Aclaró que, cuando un funcionario alega amenazas, la Secretaría de la Defensa Nacional realiza un análisis de riesgo. En el caso de Téllez, dijo, actualmente no cuenta con protección oficial.
Morena también se sumó a las críticas. Su dirigente nacional, Luisa María Alcalde, acusó a la senadora de “vender al país” y de usar el tema con fines políticos. Legisladores oficialistas incluso solicitaron que se evaluara su permanencia en el Senado.
El respaldo opositor y el debate sobre soberanía
Mientras tanto, líderes opositores como Alejandro “Alito” Moreno, Jorge Romero y América Rangel respaldaron a Téllez. Consideraron que su postura es un acto de valentía frente a un gobierno que, a su juicio, busca acallar a la oposición.
Moreno afirmó que la senadora ha sido víctima de persecución política y advirtió que el mundo observa cómo México ataca voces críticas. Por su parte, Romero destacó que la libertad de expresión es fundamental y que el pluralismo fortalece la democracia.
El respaldo opositor, sin embargo, no elimina el trasfondo del debate: ¿qué implica pedir apoyo militar o estratégico a Estados Unidos en un tema tan sensible como la seguridad nacional?
Especialistas advierten que una intervención directa violaría la soberanía y abriría la puerta a una dependencia política y militar. La historia de México está marcada por episodios donde la intromisión extranjera generó más problemas que soluciones.
El caso también expone la delgada línea entre cooperación bilateral y subordinación. Existen mecanismos de colaboración, como la Iniciativa Mérida o el Entendimiento Bicentenario, que han permitido coordinación en inteligencia y seguridad. Sin embargo, lo planteado por Téllez se acerca a un discurso que favorece el intervencionismo.
La senadora @LillyTellez fue al brazo propagandístico de Trump, Fox News, a solicitar «ayuda», (una intervención militar en México).
No hemos aprendido nada de 20 años de violencia en México si hay quien cree que esto se va a solucionar con fuerza bruta. pic.twitter.com/dPsVYbgNNC
— Política Básica (@Politica_Basica) August 24, 2025
Riesgos de un discurso que divide
Las declaraciones de Lilly Téllez no solo polarizan a la opinión pública, también tensan la relación entre México y Estados Unidos. Hablar de intervención militar desde medios extranjeros transmite un mensaje de debilidad institucional y vulnera la imagen de autonomía del país.
El debate no es nuevo. En diferentes momentos, políticos de oposición han planteado que Washington presione más a México en la lucha contra el crimen organizado. Sin embargo, cada vez que se ha intentado abrir esa puerta, se enciende una alarma de nacionalismo.
El gobierno de Sheinbaum ha insistido en que la violencia debe enfrentarse con instituciones mexicanas, fortaleciendo la coordinación entre los tres niveles de gobierno. Reconoce que la cooperación internacional es importante, pero siempre bajo principios de respeto mutuo.
En este contexto, la polémica con Lilly Téllez refleja dos visiones opuestas: una que confía en que la ayuda estadounidense es necesaria y otra que defiende la soberanía como prioridad absoluta.
Conclusión
El llamado de Lilly Téllez a Estados Unidos abre un debate crucial sobre la soberanía y la política de seguridad en México. Aunque la senadora asegura que no pidió intervención militar, su discurso se percibe como un gesto de dependencia.
La respuesta de Claudia Sheinbaum y de Morena recalca que los problemas de México deben resolverse en casa. Involucrar a potencias extranjeras puede significar riesgos mayores que los que se buscan evitar.
La confrontación entre ambas políticas seguirá marcando la agenda nacional. Pero lo cierto es que el reto de combatir al crimen organizado requiere fortalecer instituciones internas y evitar discursos que debiliten la soberanía del país.
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