Actualidad de las corridas de toros en Querétaro

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Ante el reactivado debate sobre las corridas de toros y la ética en general de la tauromaquia, nuevamente se habla de dicha actividad en diferentes puntos del país, y mientras en algunos se tildan como patrimonio cultural inmaterial, en otros están totalmente prohibida su celebración.

No obstante, se dice que México es considerado –taurinamente hablando- la segunda nación del mundo en importancia en dicha materia, lo cual se deriva de la cantidad de plazas que posee, la calidad y cantidad de toreros, así como sus ganaderías y corridas que se realizan.

Lo anterior, sin dejar de lado la pasión que se manifiesta por parte de un sector del pueblo mexicano, porque si bien no es algo aceptado por la mayoría, es una actividad que divide opiniones, es amada y defendida u odiada y atacada.

Orígenes y prohibiciones

En junio de 2022, un juez federal concedió una suspensión definitiva a la organización Justicia Justa para que se dejará de torear en la alcaldía Benito Juárez, donde se encuentra la histórica Monumental Plaza México.

De modo que, dicha suspensión se mantuvo en vigor hasta principios de diciembre del año pasado, cuando la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) desechó el amparo, situación que se confirmó con la suspensión definitiva a la asociación civil “Todas y Todos por Amor a los Toros” contra las corridas de toros en la Plaza México.

Sin embargo, no fue la única ocasión en que ha ocurrido una situación similar; ya que, presidentes como Benito Juárez y Venustiano Carranza prohibieron las corridas de toros, el 28 de noviembre de 1867 y 07 de octubre de 1916, respectivamente.

En tanto, hablando del origen de la tauromaquia en México, es necesario remontarse al 24 de junio de 1526, en pleno Virreinato, cuando en una forma de hacer reverencia a Hernán Cortés por su conquista en Tenochtitlán, se llevó a cabo la primera corrida dentro de las festividades para venerar a los santos, específicamente en honor a San Hipólito.

Pero, de acuerdo con el historiador taurino José Francisco Coello Ugalde, las corridas de toros en la Nueva España fueron reconocidas legalmente por las autoridades en 1529.

Aunque, fue hasta los años 1700 y 1800, cuando estas festividades taurinas se transformaron hasta dar con lo que conocemos ahora con el torero enfrentando al animal de pie, pues antes el espectáculo se realizaba con el torero montando al caballo.

Las corridas de toros en Querétaro

Querétaro se ha caracterizado por su afición a la llamada “fiesta brava”, desde la época colonial; de ahí que, muchos queretanos les sea muy común hablar de las corridas de Navidad y Año Nuevo.

E incluso, el gusto por la tauromaquia sigue imponiéndose, provocando que aficionados de diferentes partes del estado y el interior del país siguen acudiendo a ver al torero en el ruedo.

Si bien, en el estado la Ley de Protección Animal data de 2008, fue hasta 2014 cuando se tipificó el maltrato animal como delito; sin embargo, se excluyó la charrería, peleas de gallos y las corridas de toros.

Plazas queretanas

Según los historiadores, la primera plaza de toros en la capital y donde se realizó la primera función fue la Plaza Grande, Plaza San Francisco o también conocida como Plaza de Abajo, ubicada en el Jardín Zenea.

Posteriormente, para 1830 se inauguró la Plaza Huaracha, hasta que en 1894 llegó la famosa Plaza Colón, en donde hubo algunas corridas menores en sus inicios hasta que fue cerrada y luego concluida en 1906.

En años más recientes, 1963 para ser exactos, apareció la Plaza Santa María, como un lugar icónico en la ciudad de Querétaro y, por ende, muy representativo de la cultura y la tradición local.

A lo largo de este medio siglo de existencia, dicho espacio para las corridas de toros en Querétaro ha recibido a los toreros más importantes de México y el mundo, por lo que ahora se considera la tercera plaza más importante del país.

Por último, cabe mencionar la Plaza de Toros Provincia Juriquilla, otro coso monumental que abrió con bombo y platillo en 1987.

Además, no son pocos lo que califican al estado como un importante polo para la tauromaquia, toda vez que actualmente existen más de 30 ganaderías de reses bravas y al “Payo”, un destacado torero mexicano.

Por si fuera poco, las corridas son patrimonio cultural inmaterial (junto con la charrería), tal como lo establecieron diputados de la 57 Legislatura del Estado el 16 de diciembre de 2012.