Descubriendo Querétaro: Zonas arqueológicas del estado

En Querétaro hay cuatro zonas arqueológicas abiertas al público.
Descubriendo Querétaro: Zonas arqueológicas del estado

En México, uno de los grandes atractivos turísticos son las zonas arqueológicas y en Querétaro, de acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) existen al menos mil 200 sitios de dicha naturaleza, aunque son solo cuatro los que se encuentran abiertos al público. 

Aunque la entidad queretana está visualizada como una tierra de vinos, quesos y ciudades coloniales, no debe pasarse por alto aquellos sitios que narran con sus vestigios la historia prehispánica. 

Por ello, al visitar el estado, una visita obligada está en las zonas arqueológicas, las cuales deslumbraran con su belleza y atractivos a todos sus visitantes. 

Según el INAH en Querétaro, sí bien en la entidad aún quedan muchos lugares por descubrir, actualmente las investigaciones son mínimas, esto por la falta de recursos, pero también por el terrero de la zona de la Huasteca, cuyas distancias, accesos y clima extremo dificultan las expediciones. 

Zonas arqueológicas de Querétaro  

El Cerrito   

Zona arqueológica del municipio de Corregidora, que toma su nombre del lugar donde se encuentra su estructura principal, un basamento piramidal de 30 metros de altura, en el que también está integrado El Fortín.  

El Cerrito está a siete kilómetros de la ciudad de Querétaro y los hallazgos en el lugar sugieren que fue el sitio captó influencias de las culturas Chupícuaro, Teotihuacán, Toltecas, Chichimecas, Purépechas y Otomíes.  

De momento maneja entrada gratuita para los visitantes, pero solo abre de jueves a domingo en un horario de 09:00 a 14:00 horas. 

Toluquilla  

Ubicada en Cadereyta de Montes, está enclavada sobre una alargada meseta que entre el año 300 d.C. y hasta el 1300 fue un centro ceremonial, político y administrativo de gran importancia.  

Toluquilla está rodeada de barrancas y aunque no es una zona muy grande, es posible apreciar las estructuras piramidales de piedra, un edificio con restos de estuvo y cuatro juegos de pelota, uno de ellos de grandes dimensiones. 

Su nombre proviene del náhuatl “tolloa” que describe la acción de jorobarse y la partícula castellana “illa”, lo que tendría un significado equivalente a “Cerro Jorobado” o “Jorobadillo”. 

Se ha establecido que en Toluquilla vivían los sacerdotes y personas relacionadas con el culto; mientras, el resto de la población lo hacía en los caseríos de los alrededores.   

El lugar está abierto de 09:00 a 17:00 horas y el acceso tiene un costo de $45 pesos. 

Tancama  

El lugar se encuentra en Jalpan de Serra, en el corazón de la Sierra Gorda de Querétaro, en una zona donde en el solsticio de invierno, el Sol se alinea con la cima del Cerro Alto, una colina artificial que fue creada en la época prehispánica para emular a una montaña aledaña. 

El lugar donde se pueden apreciar unas 42 estructuras de diferentes tamaños y formas significa “Cerro de fuego”, en lengua huasteca. 

La arquitectura general de la zona arqueológica presenta rasgos similares a los de Ranas y Toluquilla, con edificios hechos a base de lajas de piedra y grandes taludes que se integran en tres grandes plazas denominadas El Mirador, Santiago y de La Promesa. 

Además, la zona arqueológica cuenta con un juego de pelota de 18 metros de largo, unos de los más pequeños localizados en México. 

Abre de lunes a domingo de 09:00 a 16:00 horas y tiene entrada libre. 

Las Ranas   

El sitio está en San Joaquín, al sureste de la Sierra Gorda y toma su nombre del poblado, San Nicolás Tolentino, en el Paraje de las Ranas. 

Se sabe que Las Ranas se construyó estratégicamente para controlar los accesos y se cree que fue de la etapa teotihuacano-tolteca, entre los siglos VII y XI, y posiblemente como una extensión cultural del altiplano hacia la planicie costera de Veracruz.  

Además, los estudios sugieren que se trataba de un sitio muy importante debido a la explotación minera, en particular el cinabrio, que jugó un papel relevante por ser un pigmento de gran demanda entre los pueblos mesoamericanos. 

Se encuentra abierto al público de lunes a domingo de 09:00 a 17:00 horas y tiene un costo de acceso de $45 pesos. 

 

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Victor GL
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