Capilla Sixtina cerrada por el cónclave que elegirá al nuevo papa

Capilla Sixtina cerrada por el cónclave que elegirá al nuevo papa
Capilla Sixtina cerrada por el cónclave que elegirá al nuevo papa

La Capilla Sixtina, joya del Renacimiento y uno de los recintos más visitados del mundo, cerró sus puertas al turismo en preparación para el cónclave del próximo 7 de mayo. Los cardenales de la Iglesia católica se reunirán en este espacio sagrado para elegir al sucesor del papa Francisco, fallecido el pasado 21 de abril a los 88 años.

Tras su funeral en la Plaza de San Pedro —al que asistieron cientos de miles de personas y líderes mundiales— se activó el protocolo del “novemdiales”, nueve días de luto obligatorio antes de iniciar formalmente el proceso para designar al nuevo pontífice. Una vez cumplido ese periodo, los cardenales vestirán de rojo y se adentrarán en la Capilla Sixtina para participar en una de las ceremonias más solemnes y reservadas de la Iglesia.

Preparativos sagrados para el Cónclave: del arte al misterio

Los últimos turistas que visitaron la Capilla Sixtina el domingo 27 de abril fueron testigos del cierre inminente del recinto. “Nos sentimos afortunados de haber sido el último grupo en entrar. Este lugar es mágico”, dijo Sumon Khan, visitante estadounidense. No está claro cuánto durará el cónclave, pero durante ese tiempo, el acceso a la capilla permanecerá restringido.

Dentro de la Capilla, además de la logística espiritual, también hay preparativos técnicos. Uno de los más importantes es la instalación de la estufa donde se quemarán las papeletas de votación. De ella saldrá humo negro —fumata negra— si no se alcanza consenso; o blanco —fumata blanca— cuando se haya elegido nuevo papa. Las campanas del Vaticano anunciarán al mundo que un nuevo líder espiritual ha sido designado para guiar a los más de mil 400 millones de fieles católicos.

El ritual comienza con la Letanía de los Santos, un canto gregoriano en el que se pide la intercesión divina. Luego, los cardenales prestan juramento de secreto y el maestro de ceremonias pronuncia las palabras latinas extra omnes, que significan “todos fuera”. Las puertas se cierran. Afuera, el mundo espera.

Un recinto cargado de historia y espiritualidad

La Capilla Sixtina no es solo el escenario del cónclave, sino una obra maestra de la humanidad. Su nombre proviene del papa Sixto IV, quien encargó su construcción en el siglo XV. Sin embargo, fue el papa Julio II quien comisionó a Miguel Ángel para pintar el célebre techo entre 1508 y 1512. Años después, el artista regresó para completar El Juicio Final, en una de las paredes del altar.

La imagen más icónica es La Creación de Adán, en la que la mano de Dios extiende la chispa divina hacia la humanidad. Esta pintura, junto con el resto del conjunto, ha inspirado a generaciones, incluyendo a los propios cardenales que, rodeados por estos frescos, deben tomar una decisión que marcará el rumbo de la Iglesia en los años por venir.

La elección del nuevo pontífice también pondrá a prueba las tensiones internas dentro del Vaticano: ¿se continuará con las reformas progresistas impulsadas por Francisco, centradas en la justicia social, los pobres y el medio ambiente? ¿O se optará por un liderazgo más conservador, similar al de Benedicto XVI, más enfocado en la doctrina tradicional?

Cónclave: tradición y decisión en tiempos modernos

Aunque el ritual del cónclave tiene raíces medievales, su relevancia y simbolismo permanecen intactos. El proceso busca resguardar la votación de influencias externas y se lleva a cabo en absoluto secreto. Solo los cardenales menores de 80 años pueden participar en la elección. Para que un candidato sea elegido, debe alcanzar una mayoría de dos tercios.

Este año, el interés global por el evento se ha visto impulsado también por la película Cónclave (2024), que dramatiza el proceso en el que los cardenales se enfrentan a dilemas espirituales, políticos y personales. Pero más allá de la ficción, el mundo real mira con atención hacia Roma.

La sucesión papal no solo implica liderazgo religioso. Tiene implicaciones políticas, diplomáticas y culturales a nivel global. Desde su posición, el Papa influye en temas que van desde la migración hasta el cambio climático, pasando por los derechos humanos y los conflictos armados.

¿Qué viene después?

Una vez elegido el nuevo papa, este será presentado al mundo desde el balcón central de la Basílica de San Pedro. El anuncio Habemus Papam (“Tenemos papa”) será seguido de su primera bendición Urbi et Orbi. Será el cierre de un ciclo y el inicio de una nueva etapa para la Iglesia católica.

Hasta entonces, la Capilla Sixtina permanece en silencio. Los turistas se han ido. Los frescos de Miguel Ángel aguardan, una vez más, ser testigos de uno de los momentos más trascendentales del catolicismo contemporáneo.

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