México se calienta más rápido que el resto del mundo

México se calienta más rápido que el resto del mundo
México se calienta más rápido que el resto del mundo

La UNAM alerta sobre una aceleración del cambio climático en el país. México se calienta a un ritmo más acelerado que el resto del mundo. Mientras el planeta ha registrado un incremento promedio de 2 grados centígrados por siglo, nuestro país muestra una tasa de aumento de 3.2 grados en el mismo periodo. Así lo reveló un reciente estudio dirigido por el economista Francisco Estrada Porrúa, titular del Programa de Investigación en Cambio Climático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En su investigación, Estrada Porrúa advierte que la temperatura promedio en México ha aumentado 1.8 grados centígrados desde la era preindustrial hasta 2024, una cifra que supera el límite fijado en los Acuerdos Climáticos de París. Este fenómeno ha llevado a los expertos a preguntarse si estamos ante una aceleración sin precedentes del calentamiento global.

Además, el 2024 fue el año más caluroso registrado en la historia reciente del país, con una temperatura media anual de 2.14 grados por encima de los niveles preindustriales, 0.4 grados más que en 2023.

Calor extremo y consecuencias visibles en la vida cotidiana

El impacto del incremento de temperaturas no es solo una advertencia académica; ya afecta el día a día de millones de mexicanos. Durante los primeros días de abril de 2025, al menos 21 estados del país registraron temperaturas entre los 35 y 45 grados centígrados. Esto se suma a años anteriores marcados por fenómenos climáticos extremos, como la sequía histórica de 2021 y las devastadoras inundaciones en varios estados.

Una de las consecuencias más claras se ha manifestado en la agricultura. En 2006, Estrada y su equipo estimaron que el cambio climático reduciría la producción de café en Veracruz en un 24% para el año 2020. Sin embargo, la caída real fue del 48%, lo que pone de manifiesto que los efectos son incluso más severos de lo previsto.

Otros efectos visibles incluyen la escasez de agua. Cinco de cada diez mexicanos afirman haber tenido restricciones en el suministro. En agosto de 2022, 12 alcaldías de la Ciudad de México enfrentaron cortes. En el norte del país, esta situación provocó incluso protestas vecinales por la falta de agua para consumo humano.

Riesgos sociales y urgencia política

Los especialistas coinciden en que el cambio climático no solo es un problema ambiental, sino también social. Naxhelli Ruiz Rivera, titular del Seminario Universitario de Riesgos Socioambientales del Instituto de Geografía de la UNAM, subraya que las amenazas climáticas deben ser tratadas como derechos sociales. “No se trata solo de activos dañados, sino de estructuras de oportunidades que deben ser reconstruidas”, dijo.

La académica explicó que en México hay 22.5 millones de personas que cuidan a alguien más, y 38 millones que reciben cuidados, entre ellos niñas, niños, adultos mayores y personas con discapacidad. Las condiciones climáticas extremas y la precariedad de la vivienda (con más del 44% presentando humedad o filtraciones) aumentan la vulnerabilidad de estas poblaciones.

También recordó que eventos como el huracán Otis afectaron directamente a 296 mil menores de edad, quienes enfrentaron consecuencias graves como deserción escolar, explotación sexual y problemas de salud.

Ante este panorama, Enrique Provencio Durazo, titular del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo, considera urgente incorporar la acción climática en la estrategia de desarrollo nacional. Durante su intervención en las mesas de trabajo “Cambio Climático en México: Tendencias, Riesgos y Políticas”, subrayó la importancia de alinear las políticas públicas con los compromisos internacionales y dotarlas de respaldo político y presupuesto suficiente.

Ciudadanía ambiental y visión de futuro

La próxima Cumbre de Rectoras y Rectores de Universidades Mexicanas por la Acción Climática 2025 será un espacio clave para discutir soluciones. Eduardo Vega López, coordinador universitario para la sustentabilidad, señaló que uno de los principales objetivos será construir una ciudadanía ambiental más informada y comprometida con la sostenibilidad.

Por su parte, Provencio Durazo destacó que la acción climática debe entenderse como una inversión estratégica: “Puede ser costosa, pero los beneficios serán aún mayores”, aseguró. Propuso que los instrumentos de política económica deben enfocarse en mitigar emisiones, lograr deforestación cero y cumplir con las metas revisadas del Acuerdo de París.

México ya vive las consecuencias de una crisis climática que no espera. La ventana de oportunidad para tomar acciones efectivas se cierra rápidamente. Según Estrada Porrúa, si la tendencia actual continúa, dentro de cinco años el país cruzará el umbral crítico del aumento de 1.5 grados centígrados que el Acuerdo de París marcó como límite para evitar consecuencias catastróficas.

Conclusión

El aumento de temperatura en México es una alarma encendida. Con una tasa de calentamiento mayor al promedio global y consecuencias ya visibles en la vida diaria, el país necesita medidas urgentes, estratégicas y sostenidas. La ciencia ha hablado con claridad. Lo que está en juego no es solo el clima, sino el bienestar y el futuro de millones de personas.

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