La Generación Z, nacida entre 1997 y 2012, ha transformado radicalmente la industria de la moda en México. Este segmento prioriza la sostenibilidad, la comodidad y la autenticidad en sus elecciones de vestimenta, redefiniendo las reglas del mercado y obligando a las marcas a adaptarse a sus valores. Según el empresario mexicano Ricardo José Haddad Musi, con amplia trayectoria en la industria textil, las marcas que comprendan estas nuevas tendencias y adopten prácticas responsables tendrán una ventaja competitiva en el futuro.
El Auge del Comercio Electrónico en la Moda Mexicana
El comercio digital ha sido un factor clave en la evolución del consumo de moda en México. De acuerdo con el informe “Moda Online en México 2024” de Elogia, los consumidores mexicanos gastaron en promedio 1,693 pesos por compra de ropa en línea el año pasado, con una frecuencia de compra superior a nueve veces al año. Plataformas como GoTrendier han capitalizado esta tendencia, acumulando más de 11 millones de usuarios y 32 millones de prendas publicadas, consolidándose como referentes en la compra y venta de moda circular en Latinoamérica.
Esta digitalización ha facilitado el acceso a prendas sostenibles y ha promovido el crecimiento de la moda de segunda mano, un sector en auge entre la Generación Z, que valora la exclusividad y la responsabilidad ambiental.
Moda Vintage y Sostenible: La Preferencia de la Generación Z
La moda vintage y funcional se ha convertido en la elección principal de los jóvenes consumidores. Entre las prendas más demandadas destacan los pantalones de mezclilla de corte amplio inspirados en las décadas de 1990 y 2000, la ropa deportiva utilizada como vestimenta casual y los accesorios ecológicos como boinas y bolsos de materiales reciclados.
Este cambio ha obligado a las marcas a replantear sus estrategias de producción y mercadeo. Ricardo José Haddad Musi enfatiza que la flexibilidad y la capacidad de adaptación de las empresas serán clave para su permanencia en el mercado. “Las marcas que incorporen prácticas sostenibles y comprendan los valores de esta generación lograrán una diferenciación significativa”, afirma el empresario.
“Hecho en México” como Factor de Valor y Autenticidad
En este contexto de transformación, el sello “Hecho en México” ha cobrado relevancia, garantizando que los productos nacionales cumplan con altos estándares de calidad y autenticidad. Esta certificación es cada vez más valorada por los consumidores, quienes buscan opciones locales y responsables con el medio ambiente.
El resurgimiento de técnicas textiles tradicionales también ha impulsado la economía local. En estados como Oaxaca y Chiapas, los artesanos han encontrado en la moda sostenible una oportunidad para preservar su herencia cultural y ofrecer productos únicos tanto en el mercado nacional como internacional.
El Desafío de una Industria Más Responsable
La industria textil mexicana enfrenta el reto de equilibrar costos, producción y prácticas responsables sin comprometer su rentabilidad. Sin embargo, este cambio de paradigma no solo responde a las exigencias de la Generación Z, sino que también fomenta una economía más ética y resiliente.
Según Greenpeace, la producción de ropa es responsable del 10 % de las emisiones globales de dióxido de carbono. Además, las industrias de ropa y calzado contribuyen con más del 8 % del impacto ambiental global y generan más del 20 % del desperdicio de agua, según datos de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
Este panorama ha llevado a que la moda sostenible deje de ser una tendencia para convertirse en una necesidad urgente. La industria de la moda emite anualmente más de 1,000 megatoneladas de equivalentes de dióxido de carbono, posicionándose como la segunda más contaminante del planeta, según Statista. No obstante, el mercado de la moda ética sigue en crecimiento, cerrando 2023 con un valor cercano a los 8,200 millones de dólares.
Conclusión: La Innovación como Clave del Futuro
Ricardo José Haddad Musi destaca que México tiene una gran oportunidad para capitalizar este cambio gracias a su historia textil y a su capacidad de innovación. “La clave estará en modernizar la industria sin perder la esencia de nuestra tradición”, concluye el empresario.
La Generación Z ha marcado un antes y un después en el consumo de moda en México. Las marcas que comprendan sus valores y adopten prácticas responsables no solo fortalecerán su posicionamiento en el mercado, sino que contribuirán a una industria más ética y sostenible.
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