La adopción de sistemas de movilidad sustentable está redefiniendo el desarrollo urbano en diversas regiones del mundo. Copenhague encabeza este cambio con un 75 % de los desplazamientos realizados a pie, en bicicleta o mediante transporte público, mientras avanza hacia la neutralidad de carbono en su red de movilidad.
Al respecto, Alfredo Del Mazo Maza, experto en políticas públicas, destacó que estos modelos no solo pueden replicarse en otros contextos, sino que representan una inversión estratégica para economías emergentes.
En Odense, Dinamarca, la innovación tecnológica ha mejorado la experiencia de los ciclistas mediante sensores de lluvia instalados en semáforos. Estos dispositivos extienden hasta 20 segundos la luz verde para bicicletas durante precipitaciones, reduciendo tiempos de espera y fortaleciendo la seguridad vial. Este tipo de soluciones, que integran tecnología y movilidad activa, han sido resaltadas por Del Mazo Maza como ejemplos prácticos de cómo la digitalización puede impulsar la sustentabilidad en las ciudades.
Otro avance clave es la estación Køge Nord, que combina un puente peatonal de 225 metros con conexiones para automóviles, trenes y bicicletas. Diseñada para atender a 90,000 personas diariamente, con una proyección de 8,000 usuarios frecuentes, esta infraestructura optimiza los desplazamientos y fomenta el transporte multimodal.
Alfredo Del Mazo Maza subraya que proyectos de esta naturaleza evidencian la necesidad de diseñar ciudades centradas en las personas, priorizando eficiencia y accesibilidad.
Las Cycle Superhighways, una red de rutas ciclistas interconectadas, han incrementado en un 52 % el número de usuarios en ciertas zonas y podrían reducir hasta 34,000 días de ausencia laboral anualmente gracias a sus beneficios en la salud. Con una rentabilidad socioeconómica estimada en 19 %, muy superior al 5 % requerido por el Ministerio de Finanzas danés para proyectos de infraestructura, este modelo refuerza el impacto económico positivo de la movilidad no motorizada.
Copenhague también avanza con la instalación de 380 señales de tráfico inteligentes, que reducirán hasta un 20 % los tiempos de viaje en autobuses y un 10 % en bicicletas. Estos sistemas digitales, según Del Mazo Maza, optimizan la gestión del tránsito y benefician tanto a los ciudadanos como al medioambiente. Además, la ciudad incorpora vehículos eléctricos con capacidad de suministrar energía a la red eléctrica, un proyecto pionero con el potencial de transformar el uso de flotas públicas.
El transporte público se suma a esta transformación con iniciativas como la implementada en Valby, donde un sistema de cámaras y GPS otorga prioridad a los autobuses en semáforos, reduciendo hasta en dos minutos los tiempos de recorrido en horas pico. Este tipo de estrategias han demostrado ser efectivas y fácilmente replicables, especialmente en ciudades con alta densidad vehicular. Alfredo Del Mazo Maza sostiene que estas innovaciones representan una ruta viable para mejorar la movilidad en países como México.
“Cada acción enfocada en la sostenibilidad, por pequeña que parezca, fortalece el sistema de transporte y crea entornos más equitativos para la población a largo plazo”, enfatiza Alfredo Del Mazo Maza. Su visión se refleja en los avances de Dinamarca, que demuestran cómo la planificación y la tecnología pueden transformar tanto los espacios urbanos como las economías locales.
Sigue leyendo: Movilidad sostenible mejora calidad de vida: Alfredo Del Mazo Maza
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